Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Un instrumento del que surgen hermosas melodías

Del número de mayo de 2003 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Algunas personas han tenido una vida llena de dificultades y obstáculos por superar, sin embargo, han salido adelante. es un ejemplo de ello. Perdió a su hijo, perdió su hogar, su esposo enfermó. En esta entrevista, efectuada por nuestra corresponsal , Cristina cuenta en qué se apoyó para seguir adelante, vencer las dificultades y progresar en medio de una crisis total.

Cristina, ¿en qué te has apoyado para superar tus problemas?

En Dios, en las enseñanzas de Jesús y en las ideas prácticas del libro Ciencia y Salud. Comencé a estudiar este libro poco antes de que mi hijo partiera.

¿Qué sucedió con tu hijo?

Mi hijo falleció debido a un accidente de tránsito, con su motocicleta.

Tiempo antes de que esto sucediera, yo había comenzado a estudiar la Christian Science, por lo que mi pensamiento fue cambiando y logré establecer una excelente relación con mi hijo. Pero todavía no tenía una idea muy clara de lo que era la Christian Science, así que tiempo después, dejé de estudiar esta Ciencia.

¿Qué hiciste entonces?

Empecé a hacer terapia con un psicólogo, pero cada día tenía más angustia, no lograba salir a flote, estaba como estancada. Hablar sobre mi situación no me daba la fortaleza que necesitaba. Además fue en esa época cuando mi esposo enfermó. Los negocios iban mal y empezamos a tener problemas con los bancos, y de otra índole. Noté que todo iba cada vez peor y, sin tener otra solución con que enfrentar mis problemas, llamé a una practicista de la Christian Science. Los practicistas son personas que dedican todo su tiempo a ayudar a otros a través de la oración. Ella nos dio una cita de inmediato.

¿Qué te dijo la practicista cuando la visitaste?

La practicista compartió conmigo ideas acerca de “la preexistencia”, lo que significa que todos somos ideas, que vivimos por siempre en la Mente o Dios, y, por lo tanto, reflejamos la Vida divina, que es Dios, así que no hay muerte. La Vida es eterna, la Vida no muere. Antes de venir al mundo, antes de nacer ya somos ideas, siempre lo fuimos, luego cuando partimos, volvemos al Padre. Como dijo Jesús: “Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre” (San Juan 16:28). Cada uno tiene una vida y la vida no tiene comienzo ni fin. Hay un himno del Himnario de la Christian Science, que refleja esta idea.

Rayo de Vida y de Amor, no hay muerte en ti;/ Verdad que por encima estás de lucha y mal,/ de toda mancha y credo cruel; /en nuestro andar tú nuestro firme apoyo fiel, Señor, serás. Mary Baker Eddy Himno 23, Himnario de la Christian Science.

Dios nos da vida para utilizarla, y lo que se debe hacer es reflejar sus cualidades y a partir de eso, Él nos muestra hacia dónde debemos encaminar nuestros pasos.

¿Qué sucedió con tu esposo?

Él tuvo un problema al corazón. Le pedimos a la practicista que orara por nosotros, y ella lo hizo inmediatamente. Con certeza afirmó: “No tiene nada”.

¿A qué te refieres con “no tiene nada”, porque seguramente, tenía un diagnóstico médico?

Sí, tenía un diagnóstico, ¡su corazón estaba a punto de estallar! En mis pensamientos no aceptaba lo que los médicos decían. Era la confianza de aquello que no se ve. Como define la fe la Biblia en Hebreos (11:1): “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. La practicista nos dijo que “yo” no tenía que arreglar nada, porque Dios lo arreglaría todo, Él indicaría cómo hacerlo. Así que ahí mismo, donde había una dificultad, tenía que orar para ver en acción la ley de Dios que ajusta todas las situaciones discordantes, sabiendo que Dios es armonía y, por lo tanto, ésta es la única realidad que Él conoce. Como hacía muy poco tiempo que había retomado el estudio de la Christian Science, en los momentos más duros trataba de apoyarme en la lectura, y lo que iba comprendiendo de lo que leía; esto me daba fortaleza que afirmaba las nuevas ideas.

Otra cita de la Biblia me ayudó: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Isaías 41:10.

Pronto mi esposo sanó. Comprendimos que lo más importante era reconocer que siempre había estado sano. Era a partir de ese reconocimiento que teníamos que resolver las cosas.

Los problemas continuaron pero los fuimos resolviendo poco a poco.

¿Qué ocurrió con los negocios?

Ni bien mi esposo se recuperó, empezaron a surgir grandes problemas con los bancos. Tratamos de renovar un crédito, pero justo entonces salió un embargo por nuestra casa. Esto se debió a que mi esposo había tenido un negocio en sociedad con otras cuatro personas. Al retirarse del negocio, mi esposo no firmó ningún comprobante que confirmara este hecho. Los otros socios continuaron alquilando un local, teniéndonos como a uno de sus garantes, y generaron una deuda, que no pagaron. El locatario contrató a una abogada, quien encontró nuestro inmueble de garantía y nos embargó la casa.

En medio de toda esta situación decidí hacer algo por mí.

¿Hablaron con la abogada para explicarles su situación?

Sí, pero ella fue terminante, nos dijo: “Alguien me tiene que pagar”. Con lo único que podía cobrar era con nuestro inmueble. Además empezó a llegar a nuestra casa toda la gente a la que se le debía, y con la confianza que estábamos aprendiendo a tener en Dios, íbamos respondiendo: “Mire, yo no puedo pagar todo junto ¿cómo puedo arreglarlo?” Así fuimos solucionando día a día los problemas que fueron surgiendo.

¿Cómo orabas, para no perder la calma, para saber que podías responder?

La Lección Sermón, que aparece cada semana, en el Cuaderno Trimestral de la Christian Science,me daba calma, tranquilidad y confianza. Como esta lección se lee todos los días, se transformó en mi fortaleza diaria. Sabía que “yo” no tenía que arreglar nada, sino que era Dios quien arreglaría todo; Él indicaría cómo hacerlo. Yo permitía que las cosas se movieran naturalmente, no intervenía, dejaba a un lado mis ansiedades y opiniones sobre cómo resolver las dificultades. Así poco a poco fuimos resolviendo los problemas, mientras se desarrollaba el juicio de desalojo.

En medio de toda esa situación que vivíamos, decidí hacer algo por mí, finalizar mis estudios primarios. Además como expresión de gratitud por las ideas que estaba aprendiendo, decidí hacerme miembro de una filial de La Iglesia Madre.

¡En el momento en que se remataba la casa yo estaba haciendo decimales! Tenía que confiar en Dios, sabiendo que El se encargaría de solucionar todo y conseguir una nueva vivienda para nosotros.

¿Qué sucedió entonces?

Cuando llegó el momento de mudarnos, encontramos un sitio apropiado, luminoso, ubicado en la parte superior de nuestro negocio de ferretería.

Desde que terminamos con la sociedad, no habíamos podido tener un negocio con todos los impuestos en regla. Fue muy importante hacerlo porque el “Principio” es uno de los sinónimos de Dios, y una de las formas de ponerlo en práctica era expresando orden y ley. Así pude vencer mi temor a no poder pagar todos los impuestos; oraba teniendo en cuenta el ejemplo de la viuda que relata la Biblia. Un acreedor quería quitarle los hijos, así que acudió a Eliseo en busca de ayuda. El profeta le preguntó qué tenía en su casa y ella contestó que sólo una vasija de aceite. Eliseo mandó a la viuda a pedir muchas vasijas prestadas, para verter ese aceite y luego venderlo. Así lo hizo y no sólo le alcanzó para pagar a su acreedor, sino también para vivir de lo que quedó. 1 Reyes 17:8-16. Este ejemplo me enseñó que la provisión es continua, nunca se agota. No es la ganancia en sí que pueda obtener de un producto la que me da la provisión, no es su precio ni su valor, sino que la provisión viene de Dios, Él es su fuente inagotable. En Ciencia y Salud leemos: “El Espíritu, sinónimo de la Mente, el Alma o Dios, es la única sustancia verdadera. El universo espiritual, incluso el hombre individual, es una idea compuesta, que refleja la sustancia divina del Espíritu”.Ciencia y Salud, pág. 468.

¿Qué ha significado la Christian Science para ti?

La Christian Science es como un violín; si no lo uso, es una caja de madera nada más. Yo tenía un instrumento que no sabía usar y la Christian Science me enseñó a hacer que suenen melodías hermosas.

Dios va despejando el camino, como cuando tienes que resolver una ecuación muy difícil, con X de un lado y raíz del otro. Yo solía pensar en mí como en un barco que no tenía puerto. Luego aprendí que “¡Éste es mi puerto, porque ésta es mi vida! Ésta es, y es muy importante”. Este testimonio es una forma de agradecer a Dios y a la Christian Science todo lo que han hecho por mí.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / mayo de 2003

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.