Todos esperamos con seguridad que cuando lancemos el balón al aire va a regresar a tierra o que cuando despertemos por la mañana va a ser un nuevo día. Sabemos que la ley de gravedad no va a dejar de actuar y que la tierra seguirá girando sobre su eje. Así también, muchos guardamos la esperanza de que la justicia siempre va a prevalecer. Y esto tal vez sea lo que nos mantiene motivados a muchos de los que ejercemos la profesión de abogacía.
Pero en este último caso, uno puede pasar de la mera esperanza a la certeza que se ha de manifestar. La Biblia nos da esa certeza cuando dice: "No hay más dios que yo; dios justo y salvador; ningún otro fuera de mí", Isaías 45:21. y también, "Jehová... de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará". Sofonías 3:5.
Cuando sabemos que la justicia tiene su origen en una fuente divina podemos tener la certeza de que las fuerzas que necesitamos para evitar injusticias las podemos derivar de la inspiración con que Dios ilumina nuestra conciencia.
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