Si últimamente ha estado pensando en el esfuerzo que tiene que hacer para cumplir con las tareas del diario vivir, considere la rosa. Su belleza puede despertar asociaciones muy elocuentes.
Encerrados entre los pétalos exteriores, los interiores forman un laberinto circular de paredes de terciopelo. Los reflejos de luz en esas paredes juegan con los diferentes matices llevándolos de los tonos apagados a los más brillantes. Y los bordes de la corola se asemejan a finos labios que se encorvan hacia afuera para beber más del sol.
La vida de usted es la labor de un artista magistral
Tal vez una vista del interior de una rosa nos ayude a convencernos de que sólo un artista magistral como el Creador pudo haber llevado a cabo tal obra de amor. En verdad todas Sus obras son hechas con amor. Y eso incluye a cada uno de nosotros.
Qué libertad encontramos cuando descubrimos que toda nuestra actividad en la vida es ahora mismo Su obra admirable. Y sobre todo, que no estamos solos frente a la adversidad.
Esto no es mera teoría. La sección de este número titulada "Nuestra actividad laboral" presenta casos de personas que atestiguan de la influencia inevitable de la inteligencia divina y cómo resolvieron sus problemas de trabajo.
Asimismo, la sección "Temas de justicia y gobierno" presenta dos casos de personas injustamente enviadas a prisión y cómo obtuvieron su libertad cuando la verdad finalmente salió a la superficie. En esa misma sección también dos ciudadanos de Brasil comparten ideas sobre cómo oran por su país.
En este número además podrá descubrir cómo una espiritualidad práctica puede traer salud física y económica. Y, como siempre, nuestra sección sobre curaciones, que titulamos "Cuando solo el Espíritu sana", contiene relatos donde el poder de Dios se puso de manifiesto en curaciones en casos de hemorragias, obstrucción en las arterias, de úlceras y otros.
Esperamos que las ideas que le trae este Heraldo lo ayude a ver más claramente la obra del Creador en su vida.
