Querido Lector:
Recibimos esta nota: “Realmente parece como si nunca pudiéramos hacer todo lo que debemos hacer [incluso leer las revistas de la Ciencia Cristiana]”. ¿Te resulta conocido? Con una lista diaria de cosas por hacer, ¿nos resulta difícil hacer un lugar para un poco de nutrimento espiritual?
Todas las cosas que pensamos que necesitamos lograr a veces hacen que las actividades espiritualmente prometedoras —tal como leer una revista de la Ciencia Cristiana— se transformen en una carga. El preguntarnos: “¿Por qué me encantan las revistas de la Ciencia Cristiana?” cambia drásticamente ese sentimiento abrumador. Lo que nos gusta de ellas guiará cuánto leemos. Ya sea un poco o un montón, lo haremos por amor.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!