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Original Web

Más allá de las divisiones políticas

Del número de junio de 2019 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

Apareció primero el 26 de abril de 2019 como original para la Web.


¿Cómo podemos ir más allá de las divisiones políticas tan prevalecientes en el mundo de hoy? En esta conversación, Mark Sappenfield, Redactor del Christian Science Monitor, y Deborah Huebsch, practicista y maestra de la Ciencia Cristiana, compartieron ideas espirituales sobre este tema oportuno y universal. 


Mark: Para comenzar, Deborah, ¿qué piensas acerca de la división política actual?

Deborah: Este tema parece estar en todo el mundo, es una especie de fragmentación de la sociedad. Me parece que lo que se necesita es un concepto de unidad que unifique a la humanidad, unfique nuestros corazones, unfique nuestros deseos. Pienso que estamos buscando un sentido de paz mundial donde todos podamos vivir en armonía. Y creo en el fondo de mi corazón, que eso es posible. También pienso que vamos en esa dirección, aunque parezca como que las cosas están fragmentadas.  

¿Qué te da la esperanza de decir eso? ¿Por qué lo dices y tienes confianza en que es así?

Bueno, pienso que para tener unidad tenemos que considerar cuidadosamente aquello que nos impediría progresar. Cuando miro el mundo y veo, a veces, que salen a la superficie todas esas cosas violentas y preocupantes que nos dividen, me doy cuenta de que esa es una buena señal, porque ¿cómo podemos alcanzar la paz cuando hay una especie de mal oculto debajo de la superficie? Estas cosas deben ponerse sobre la mesa para poder manejarlas.

Veo que eso es lo que está ocurriendo hoy, por más difícil que parezca. Es duro ver a la gente sufrir. Es duro ver la violencia. Pero podemos reconocer que hay un Principio divino fundamental —y ese Principio es el Amor— que sustenta la purificación que se está produciendo en nuestro mundo hoy. Y a medida que hacemos frente a estos problemas y los resolvemos, estamos guiando el planeta hacia la paz y la armonía.

Esto me recuerda la historia en la Biblia de un hombre llamado Legión. Este señor tenía una enfermedad mental, era una persona que vivía en los sepulcros, apartado de la sociedad. Estaba en un estado mental muy malo. Pero Jesús lo sanó; hizo que Legión viera su error, y luego el error se expulsó a sí mismo.

Todo individuo es creado por Dios, por lo tanto, merece nuestro respeto.

Y realmente parece que es necesario hacerlo; que el Monitor, que otros medios periodísticos, incluso que todos nosotros individualmente debemos hacer la difícil tarea de esforzarnos por mirar en lo más íntimo de nuestro ser, y ver que lo que hay ahí no es la versión más elevada de nosotros mismos, la versión a semejanza de Dios de nosotros mismos, y echar eso fuera. Y estoy de acuerdo en que parece como que eso es lo que la sociedad está haciendo, y eso es hermoso, aunque sea difícil hacerlo.

Hablemos entonces por un minuto sobre cómo podemos resistir este impulso polarizador que nos pone en posiciones opuestas. Porque está esta maravillosa declaración de Mary Baker Eddy, la Fundadora de la Iglesia de Cristo, Científico, y el Christian Science Monitor, donde ella dice: “Un único Dios infinito, el bien, unifica a los hombres y a las naciones; constituye la hermandad del hombre; pone fin a las guerras; …” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 340).

Este “único Dios infinito, el bien” es Todo, y esta totalidad es ese poder en el que podemos apoyarnos, el poder en el que podemos confiar, el poder al que podemos recurrir en oración para resolver cualquier problema que podamos estar enfrentando. 

Tuvimos una historia interesante en la iglesia de la Ciencia Cristiana de la que soy miembro. En ocasiones parece como que nuestra iglesia es un microcosmos de lo que está ocurriendo en el mundo en términos de tener opiniones muy arraigadas. Pero necesitábamos resolver esos puntos de vista, y tuvimos una experiencia bastante interesante al ver la curación.

Lo que hemos tratado de hacer es juntarnos como una comunidad espiritual y dejar a un lado nuestras opiniones personales, por más firmes que sean, y simplemente abrir nuestros corazones para ver qué respuesta más elevada se nos puede revelar. Y con frecuencia hemos salido de las reuniones admirados pensando “No esperaba que surgiera esto”. A veces ha sido una solución totalmente diferente de la que cualquiera de nosotros hubiera imaginado.  

A menudo cuando la Sra. Eddy cuenta cómo descubrió la Ciencia Cristiana, ella combina las palabras revelación y razón, y sugiere que ambas son esenciales. La revelación es esencial porque de otro modo no tenemos el espíritu. Pero la razón es importante, también, porque la experiencia humana puede ser muy instigadora. Puede ser muy fácil enojarse, pero la razón como que te mantiene centrado y enfocado en el objetivo.

Mientras hablabas pensé en algunos de estos desastres que hemos visto con demasiada frecuencia recientemente. Y cómo, por ejemplo, cuando azotó un huracán, la gente fue en botes de casa en casa para ayudarlos. No pienso que hayan llegado al frente de una casa y preguntado: “¿Es usted republicano o demócrata?”. La situación niveló todo sentimiento de división, de ideología.

Considero que podemos interesarnos en el bienestar de nuestro prójimo sin que se necesite un desastre para promoverlo. Y pienso que ese denominador común del que acabas de hablar es la razón, es la verdad, es el amor; y todos ellos provienen de una perspectiva espiritual, porque Dios es la Verdad y el Amor.

Cuando estamos sinceramente pendientes de nuestros hermanos y hermanas alrededor del planeta, cualquiera sea su ideología, abrimos nuestros corazones para simplemente derramar amor, cuidado, consideración y respeto. Todo individuo es creado por Dios, por lo tanto, merece nuestro respeto. A veces tal vez parezca que un individuo no lo merece, pero en lo más profundo es un hombre o una mujer de la creación de Dios, el reflejo espiritual del Amor divino. 

Me encanta lo que dijiste y donde la Sra. Eddy dice: “La prueba de toda oración yace en la respuesta a estas preguntas: ¿Amamos mejor a nuestro prójimo debido a este ruego?” (Ciencia y Salud, pág. 9). Y se trata justamente de esa pregunta. ¿Necesitamos que nos obliguen a hacerlo, o lo hacemos simplemente porque somos los hijos de Dios, y reflejarlo a Él es lo que hacemos?  

Lo hacemos porque es natural para nosotros hacerlo. 

Así es. 

Y al examinar más profundamente el corazón de la humanidad, podemos dejar que nuestro cuidado se manifieste de diferentes maneras. Hay muchas formas de tender la mano y mostrar que nos preocupamos por los demás, pero una muy importante es la oración. Mark, tú me recordaste la declaración de la Sra. Eddy, “… el progreso es la ley de Dios…” (Ciencia y Salud, pág. 233). Como dije antes, yo pienso que estamos progresando, como planeta, hacia un sentido de armonía global y unidad global, y que podemos esperar ver señales de este progreso a medida que vayamos avanzando.

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