Las protestas se iniciaron en abril de 2018, en Nicaragua, como resultado de la férrea resistencia a los cambios que hizo el gobierno en el sistema de seguridad social que redujeron los pagos de la misma y aumentaron los impuestos.
Las protestas comenzaron en la capital, Managua, pero poco a poco se extendieron a las ciudades vecinas, entre ellas una ciudad cercana a la zona donde vivo.
Muy rápidamente, las protestas se intensificaron a niveles peligrosos y prácticamente incontrolables, debido a que fueron contraatacadas por la policía y las fuerzas anti-motines. Uno de mis hijos vive muy cerca de la zona donde se produjo el peor tiroteo.
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