Mientras leía el libro Learning to Walk in the Dark (Aprendamos a caminar en la oscuridad) de Barbara Brown Taylor, me impactó su descripción de una “espiritualidad completamente solar”. Ella dice que es la razón por la cual el cristianismo pierde seguidores: le encanta disfrutar de la luz de Dios las 24 horas, los 7 días de la semana. Pero cuando cae la noche, es decir, cuando se pierde un trabajo, un matrimonio se acaba o un niño hace alguna travesura para llamar la atención, la iglesia solo dice que, si tenemos suficiente fe, las cosas cambiarán. ¿Y si no lo hacen? “… tarde o temprano será evidente para ti que eres el culpable de la oscuridad, porque no tienes suficiente fe”.
Ella dice que este veredicto no tiene la intención de ser cruel. Sin embargo, el cristianismo que se centra únicamente en el lado bueno de las cosas no es suficiente. Necesitamos medios para navegar a través de las cosas malas.
Comprendí su punto. Y mi experiencia como Científica Cristiana ha sido exactamente eso: aprender de las Escrituras cómo una comprensión de Dios ilumina el camino a través y fuera de la oscuridad, de las situaciones difíciles.
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