En 2010, encontré la Ciencia Cristiana, donde llegué a conocer la oración espiritualmente científica basada en el siguiente concepto: “La comprensión a la manera de Cristo del ser científico y de la curación divina incluye un Principio perfecto e idea perfecta —Dios perfecto y hombre perfecto— como base del pensamiento y la demostración” (Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, pág. 259).
A partir de entonces, comencé a asistir con regularidad a los servicios dominicales de la Ciencia Cristiana y a las reuniones de testimonios de los miércoles para conocer mejor mi relación con Dios. Como resultado, a través del estudio de Ciencia y Salud y la Biblia, y con las oraciones de un practicista de la Ciencia Cristiana, he experimentado innumerables curaciones y bendiciones.
Quiero compartir una de mis experiencias de curación.
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