La revelación de la Ciencia Cristiana a esta época es una bendición no solo para cada Científico Cristiano, sino también para toda la humanidad, a través del trabajo redentor de curación que se está realizando diariamente y a cada hora. A medida que la curación en la Ciencia Cristiana sea comprendida, se verá como la venida del Cristo a la consciencia humana.
La misión o función del Cristo siempre es sanar, o restaurar la armonía. Para poder comprender y apreciar la curación mediante el Cristo, es necesario saber qué es el Cristo, y por medio de la preciada revelación de la Ciencia Cristiana, la consciencia humana puede comprender al Cristo. Las numerosas referencias sobre el tema que se encuentran en los escritos de Mary Baker Eddy, muestran que el Cristo es el Hijo de Dios, la imagen y semejanza divina, la idea espiritual del Amor divino. ¿No indicaría esto que el Cristo es la verdadera identidad de cada uno?
En la página 333 de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras están estas palabras: “Abraham, Jacob, Moisés y los profetas captaron gloriosas vislumbres del Mesías, o el Cristo, que bautizó a estos videntes con la naturaleza divina, la esencia del Amor”. A medida que comprendemos nuestra verdadera relación con Dios, tomamos conciencia de nuestra individualidad espiritual, y esta es la venida del Cristo a la consciencia. Entonces nos conocemos a nosotros mismos como nos conoce Dios, reflejando la naturaleza divina, y somos, de hecho, impregnados con “la esencia del Amor”.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!