Recházalas. Estaba sola en mi auto cuando escuché las palabras.
Recházalas. ¿Eran una respuesta a la oración? Después de todo, había estado orando. Pero realmente no sabía lo que significaban esas palabras, así que le pedí a Dios que me ayudara a comprender por qué eran importantes.
Me puse a pensar en cuando vivía en la ciudad de Nueva York y andaba en algunos trenes subterráneos repletos de gente. Si dejas que los otros pasajeros te empujen cuando estás parado en el metro en movimiento, podrías caerte. Tienes que mantenerte firme y empujar suavemente hacia atrás. Lo suficiente como para que no te empujen.
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