La Biblia a menudo menciona la compasión, muchas veces haciendo referencia a Cristo Jesús. Está claro que el Maestro irradiaba esta cualidad mientras realizaba su trabajo diario de enseñar y sanar. Pero ¿qué es la compasión, y qué papel juega, debería jugar, en nuestras vidas como seguidores de Jesús?
Una definición de compasión es “la cualidad humana de comprender el sufrimiento de los demás y querer hacer algo al respecto”. La compasión a menudo se confunde con un sentido humano de lástima, un sentimiento de tristeza causado por el sufrimiento de los demás. Pero la compasión va un paso más allá, al inculcar el profundo deseo de ayudar a aliviar el dolor o el sufrimiento de otra persona.
Mary Baker Eddy escribe: “Los caminos de Dios no son los nuestros. Su compasión se expresa de manera muy superior a la humana. … La compasión de Su Mente eterna se expresa plenamente en la Ciencia divina, la cual borra todas nuestras iniquidades y sana todas nuestras dolencias. La compasión humana a menudo ocasiona sufrimiento” (Escritos Misceláneos 1883-1896, pág. 102).
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