Una noche, poco antes de salir de casa para asistir a la reunión de testimonios en nuestra filial local de la Iglesia de Cristo, Científico, de repente me sentí mal y estaba adolorida.
Aunque moverme era incómodo, no quería perderme el servicio. Aprecio estas reuniones semanales de testimonios: los momentos de oración inspirada, así como las preciosas lecturas de la Biblia y de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, por Mary Baker Eddy, el dulce compañerismo y los alentadores testimonios de curación que se comparten. Es un momento de mi semana refrescante y optimista.
A menudo, los que dirigen los servicios de la iglesia de la Ciencia Cristiana comienzan dando la bienvenida a la congregación a “este servicio sanador”. Esa noche, decidí aceptar de todo corazón y confiar en la naturaleza sanadora del servicio inspirado y establecido por Dios.
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