Entre cada noticia sobre la guerra, ¿hay espacio para pensar? ¿Para orar? Siempre es importante mantenerse al día con las noticias, pero también debemos tomarnos el tiempo para alejarnos de los detalles discordantes. He descubierto que, para elevarme por encima de los ciclos de los deprimentes informes de fatalidades que pueden pasar por mi cabeza, necesito estar quieto y orar. La oración no es algo detrás de lo cual esconderse; la oración eleva mi pensamiento más allá de lo que veo físicamente y saca a la luz la bondad y la totalidad de Dios.
Así que, últimamente, he tomado tiempo para considerar el simple hecho de que Dios es bueno y, como Jesús demostró en su vida y en sus curaciones, Dios siempre es completamente bueno. Como se explica en el libro de texto de Mary Baker Eddy sobre la curación mediante el Cristo que practicaba Jesús, Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, “En sajón y en otras veinte lenguas, bien es el término para Dios. Las Escrituras declaran que todo lo que Dios hizo es bueno, como Él mismo, bueno en Principio y en idea. Por lo tanto, el universo espiritual es bueno y refleja a Dios como Él es” (pág. 286).
A medida que estudio más sobre la naturaleza de Dios, me siento incentivado a aprender cómo el universo espiritual de Dios es el único y solo universo. A fin de cuentas, puesto que vivimos en un universo de Dios, vivimos en un universo de bien, en el que también nosotros somos espirituales y buenos, a pesar de la apariencia de las cosas. En contraste con la cacofonía actual de desaliento y violencia, esta es una noticia muy alentadora.
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