Estoy agradecida por los largos viajes con mi mamá hacia y desde la escuela. Me han dado más tiempo con ella y también me han brindado la oportunidad de aprender más sobre la Ciencia Cristiana. Todos los días, escuchamos la Lección Bíblica semanal que se encuentra en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana, artículos de las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana o un episodio del podcast Sentinel Watch.
Una tarde, había tenido un día muy difícil, y lo único que quería hacer en el camino a casa era dormir. Pero cuando me subí al auto, mi mamá me dijo que quería que escuchara un episodio de Sentinel Watch que había escuchado esa mañana. Aunque estaba cansada, sabía que debía escucharla. En este episodio en particular, un practicista de la Ciencia Cristiana habló de que se le pidió que orara por un hombre. El practicista dijo que se sentía totalmente seguro de que Dios estaba con el hombre y le estaba proporcionando todo lo que necesitaba. Y el hombre sanó.
Esto me recordó algo que Mary Baker Eddy escribió en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras: “Así como una gota de agua es una con el océano, un rayo de luz uno con el sol, así Dios y el hombre, Padre e hijo, son uno en el ser” (pág. 361). Pensé en que somos uno con Dios y que todo lo que Dios es, se refleja en nosotros. Así que siempre debemos tener todo lo que necesitamos.
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