En la página 371 de Science and Health with Key to the Scriptures (Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras), nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy, nos dice: "Del mismo modo que los niños atemorizados buscan por todas partes el fantasma imaginario, la humanidad enferma ve peligros en todas direcciones y busca alivio por todas las vías menos la correcta." Estas palabras describen con exactitud mi condición, cuando por primera vez fuí guiada a asistir a una conferencia sobre la Christian Science.
En aquel entonces, me hallaba buscando la manera de librarme del temor a las muchas leyes médicas que pasaban sobre mi hijito, de dos años y medio, por efecto de un accidente que tuvo en el momento de nacer. También estaba afectado en el pecho como consecuencia de una pulmonía, condición que los médicos estuvieron vigilando por más de cinco años.
Aunque poco comprendí de la conferencia, abandoné aquella sala con mucha inspiración. Las verdades que había oído habían elevado mis pensamientos de tal manera, que al día siguiente el niño logró ponerse de pie sin ayuda y, sujetándose de los bordes de la mesa de comer, le dió una vuelta completa. Estos fueron sus primeros pasos. Dos días después, el médico lo examinó, como acostumbraba hacer semanalmente, y lo declaró completamente sano de la enfermedad del pecho. Agregó: "Hoy mismo tenía intención de decirles que tendríamos que llevar a la criatura al hospital, para hacerle una operación, pero veo que esto ya no será necesario."
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