Nuestro bendito Maestro Cristo Jesús, mediante sus enseñanzas y su ejemplo, en una época de materialismo, tinieblas y superstición, pudo darles, tanto a sus contemporáneos como a generaciones subsecuentes, la gloriosa luz de un sentido más divino de Dios. Sus hechos, en cumplimiento de sus palabras, "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia", despertaron la conciencia humana a percibir y en cierto grado a entender, la naturaleza espiritual del hombre como inmortal. En verdad, su ejemplo fué para los ciudadanos de la tierra, la alborada matutina sobre la antigua noche de tinieblas y caos.
Desde el principio de su carrera, percibió las verdades de la vida eterna desarrollándose en grado siempre creciente, hasta alcanzar el apogeo en su resurrección y ascensión. Cuando apareció a sus discípulos, tres días después de la crucifixión, en la misma forma corpórea de antes, "él probó", como lo explica Mary Baker Eddy en la página 44 de su libro Science and Health with Key to the Scriptures (Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras), "que la Vida no muere y que el Amor triunfa sobre el odio." Su misión fué a la vez individual y universal y la lección que señala basta para todos los tiempos.
Cristo Jesús fué nuestro Mostrador del camino y lo que él hizo tiene significación vital para nosotros. Cuando el Maestro ascendió más allá de la visión terrenal de quienes le rodeaban, debe habérsele manifestado su entidad incorpórea, invisible a los sentidos físicos. A causa de lo que él hizo, se ha hecho posible para otros el emular su ejemplo, venciendo la muerte o el procedimiento de la muerte. La resurrección y la ascensión sobre todo lo terrestre y material, es la meta que el Maestro ha puesto delante de nosotros, y la Christian ScienceEl nombre dado por Mary Baker Eddy a su descubrimiento (pronunciado Críschan Sáiens) y que, traducido literalmente, es la "Ciencia Cristiana." revela plenamente lo que significan estos pasos de progreso y elevación espirituales.
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