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Receta para embellecer

[De interés especial para jóvenes]

Del número de octubre de 1955 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


¿Quien que haya perdido su tiempo y esfuerzos procurando mejorar sus atractivos personales con medios materiales no ha de alegrarse de adquirir una receta sencilla para embellecer? Cuántos han hallado que a pesar de preocuparse empleando preparaciones materiales para embellecer o hacerse más buen mozo, ha persistido todavía el problema fisionómico de un aspecto sin atractivos. Hay disponible una receta para ser bella o bien parecido simple en sus ingredientes y segura en sus resultados. Se halla en la página 247 a la 248 de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” en donde dice Mary Baker Eddy: “La receta para la belleza es tener menos ilusión y más Alma, alejarse de la creencia de dolor o placer en el cuerpo, refugiándose en la calma imperturbable y libertad gloriosa de la armonía espiritual.”

El primer ingrediente en esta receta es único en su género; aunque la mayoría de las recetas prescriben se tome cierta dosis de ésto o de aquéllo, esta receta empieza por prescribir menos de algo: menos ilusión. Talvez la ilusión más común de la que solemos tener demasiado y de la que bien podemos desprendernos, es la ilusión de que la materia es real y tiene poder. Cuando consultamos la Biblia, hallamos que la materia tuvo su pretendido origen en una neblina, siendo por lo mismo irreal. Leemos (Génesis 2:6, 7): “Mas subía de la tierra una neblina que aguó toda la faz del suelo” (según versión inglesa). “Y Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en [su nariz] aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente.”

La creación verdadera, la espiritual en la que la materia no tiene ni parte ni cabida, ya consta en el primer capítulo del Génesis. En esa constancia se indica que el hombre es imagen — no polvo — la imagen de Dios, y también que “vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno.” Este hecho de ser bueno todo lo que El hizo impide que exista la materia que se supone combinar lo bueno con lo malo.

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