Estimado ...:
Hace algunos días tuvimos que suspender de repente nuestra conversación telefónica, pero recuerdo que usted me estaba contando que tenía dificultades en sus negocios. Estancamiento, problemas de ventas, disminución de los márgenes de ganancias, una zona pequeña, inseguridad del desarrollo futuro, un pesado sentido de responsabilidad — éstas eran algunas de las circunstancias que le preocupaban. Usted quería saber si la Ciencia Cristiana podía ayudarlo en esta situación. Por cierto que sí.
No pude evitar pensar en las palabras de Cristo Jesús: “¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Lucas 2:49; Cristo Jesús consagró toda su vida a hacer las obras de su Padre, para que el reino de Dios y Su justicia se hicieran evidentes. En cierta oportunidad les aseguró a sus seguidores que todas sus necesidades humanas serían satisfechas si buscaban primeramente el reino interior del entendimiento espiritual; si se esforzaban por expresar la naturaleza de Dios y hacer las obras de Dios (ver Mateo 6:31–33). De modo que nosotros también debemos ver los negocios como un campo de actividades dispuesto por Dios, que nos ofrece excelentes oportunidades para hacer evidentes las cualidades y capacidades divinamente otorgadas al hombre.
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