Una conferencia de la Ciencia Cristiana cumple con una misión mundial. Ofrece esperanza, seguridad, fe, inspiración, curación, paz. ¿Quién no desearía recibir todo esto? Toda persona, familia, comunidad, el mundo entero, lo sepa o no, depende de Dios en la vida diaria. Es la Mente divina la que en realidad mantiene unido al universo, y vivimos en la Mente divina como hijos espirituales del Padre perfecto único.
El propósito de una conferencia sobre Ciencia Cristiana es el de llegar a las mentes receptivas con la idea-Cristo del ser espiritual y perfecto. Como Científicos Cristianos activos somos conjuntamente responsables del éxito de la misión de nuestras conferencias. Nuestro trabajo preparatorio de oración — ya sea la oración misma como también los preparativos visibles — es útil y provechoso. Hablando Jesús acerca del Cristo, o la Verdad, que él tan perfectamente manifestó, dijo: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mateo 18:20; ¿Acaso no es esto una promesa de apoyo total a los miembros en su trabajo espiritual antes, durante y después de la conferencia — cuando están prontos para recibir y comunicar?
La eficacia de nuestra oración depende de nuestra comprensión de la naturaleza de Dios y del universo verdadero, enteramente espiritual y perfecto. Nuestra oración debe incluir el reconocimiento de que todos los hombres moran en el amor de Dios. Gracias a la Sra. Eddy hemos sido guiados a la verdad espiritual del hombre creado a la semejanza de Dios, a la comprensión que nos capacita a expresar la naturaleza de Dios en pensamiento y acción. Por medio del Amor divino podemos llegar a toda la humanidad. Nuestra consciencia estará tan llena del amor de Dios que nuestra gratitud, nuestra seguridad, nuestro gozo, podrán expresar la naturaleza divina.
Se relata que la Sra. Eddy visitó a una familia cuyo hijo era muy tímido delante de extraños. Posteriormente, ya hombre, esta persona escribió respecto a su primer encuentro con la Sra. Eddy, que toda su timidez se había desvanecido en el instante que la vio, en razón de que el amor de la Sra. Eddy era tan evidente, tan manifiesto.We Knew Mary Baker Eddy, Primera Serie, pág. 57;
Es nuestra tarea expresar en nuestra vida diaria las cualidades divinas, la naturaleza de Dios. Este tipo de oración se puede convertir en la atracción más viva para nuestras conferencias.
Si en nuestra vida diaria corregimos una mentira material con un hecho espiritual, si el amor echa fuera el temor, si la enfermedad es vencida por medio de la Ciencia Cristiana, significa que se ha logrado una superación sobre los sentidos materiales. El reflejo de la Mente divina ha tomado vivida expresión.
Es en este reflejo donde nuestro sentido espiritual ve al conferenciante, a nosotros mismos, y a nuestros invitados ser guiados por el Amor divino. Nuestro trabajo espiritual ayudará a iluminar el pensamiento de todos los presentes. Fortalecerá nuestra certeza de que la semilla que cayó en suelo fértil dará su fruto a su debido tiempo. La Sra. Eddy escribe: “El Amor inspira, ilumina, designa y nos muestra el camino”.Ciencia y Salud, pág. 454;
El pensamiento receptivo se sentirá agradecido por ser guiado, mediante la conferencia, al reino de la Verdad. Si la misión de la conferencia se ha cumplido en este sentido, los concurrentes saldrán del auditorium llenos de gozo. Se sentirán tan inspirados por el mensaje del Cristo que impartió el conferenciante que querrán aprender aún más de la verdad. Entonces se cumplirán las proféticas palabras de Jesús: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:31, 32.
