Juanita estaba en la clase de ciencias generales; escuchaba atentamente, puso su codo sobre el pupitre y descansó su cabeza sobre la palma de la mano. Su maestra estaba explicando algo muy interesante, y Juanita no quería perder una sola palabra.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!