Espiritualizar el pensamiento significa aprender a conocer a Dios. Conocer a Dios es comprenderlo y vivir conscientemente con Él. La espiritualización significa armonizar nuestros motivos, actitudes y acciones con la absoluta Verdad, es decir, el Espíritu. Significa despertar a nuestra unión con el Principio infinito, el Amor, como reflejo de Dios.
La espiritualización del pensamiento es la puerta abierta a la inmortalidad. Nuestro Maestro dijo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Juan 17:3;
Espiritualizar el pensamiento significa despojarnos de rasgos negativos, de motivos pecaminosos, de tendencias materialistas, de concepciones perecederas acerca del hombre y de Dios — reemplazándolos por la prístina consciencia inmortal del Espíritu y de la perfección del hombre. Significa la más profunda cristianización de la vida diaria. Esta purificación es nuestra diaria resurreción. La “resurrección” es definida por Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens., como: “La espiritualización del pensamiento, una idea nueva y más elevada de la inmortalidad o la existencia espiritual; la creencia material cediendo al entendimiento espiritual”.Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 593;
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!