Al igual que una hermosa vitrina de noticias, informaciones y semblanzas, esta columna trimestral aspira a cultivar una mejor comunicación entre los miembros de la iglesia, a la vez que proporcionar una comprensión más clara de las actividades de la iglesia.
Allí está, para que se escuche
Aunque la tendencia general en el mundo se aparta de los programas religiosos tradicionales, unas 1150 emisoras transmiten el programa radial “La Verdad que sana” y 325 de éstas lo transmiten como servicio público. Hay gente escuchando esta serie en 28 países alrededor del mundo.
La preparación de estos programas requiere mucha oración y mucha revelación de todos los que tienen que ver con ella. No sólo existen 10 a 12 posibilidades en cuanto al formato del programa, sino que también existe la necesidad de que cada uno de los programas presente un mensaje de curación que sea claro y conciso — para todos los oyentes.
Los programas en idioma inglés proceden de entrevistas sin ensayo previo con miembros de La Iglesia Madre. Las transmisiones mensuales en idioma holandés son traducidas de los programas en inglés. Pero los programas en alemán, español, francés y portugués proceden en su mayor parte de artículos y testimonios del Christian Science Sentinel y de El Heraldo de la Ciencia Cristiana.
Científicos Cristianos en Alemania Occidental, en la Argentina, el Brasil, Francia y en los Países Bajos, graban en estudios de radiodifusoras los programas en sus respectivos idiomas. En La Iglesia Madre se escuchan para su revisión final y entonces los mandan a los Comités de Publicación; éstos, a su vez, los distribuyen a emisoras en doce regiones de ultramar cuya lengua no es el inglés. Los programas en español y en francés se distribuyen en 10 estados y provincias de los Estados Unidos y el Canadá.
Los informes que se reciben del Movimiento cuya lengua no es el inglés, indican que los programas radiales ciertamente atraen a gente 300 nueva a la iglesia y a las Salas de Lectura — especialmente en la América Latina.
Una sociedad de la Ciencia Cristiana en la Argentina dice que el número de sus concurrentes se ha duplicado debido a “La Verdad que sana”. Más de 30 personas nuevas han empezado a estudiar las lecciones bíblicas que se encuentran en el Cuaderno Trimestral.
Una iglesia filial en la Argentina informa que un hombre que padecía de úlceras concurrió a un culto después de haber escuchado el programa radial. Pidió ver a un practicista. Después de recibir tratamiento en la Ciencia Cristiana durante tres meses, dio testimonio de que un doctor de la compañía en que trabajaba lo había examinado y había estado muy sorprendido de encontrarlo sano.
Un maestro de la Ciencia Cristiana en Europa informa que en su última clase contaba con tres alumnos que se habían interesado en la Ciencia Cristiana gracias a la serie radiodifundida.
Un Comité de Publicación informa que un señor chileno a quien habían diagnosticado que un daño sufrido en los ojos resultaría en ceguera total, fue atraído a los cultos de la Ciencia Cristiana por el programa radial. Un joven amigo tuvo que guiarlo. Al cuarto domingo llegó solo, diciendo que ahora podía orientarse solo y ya no necesitaba de ayuda. Estaba convencido de que su curación sería completa. Hoy es un sincero estudiante de la Ciencia Cristiana y su vista está mejorando continuamente.
Exposiciones internacionales del libro
Una exposición internacional del libro es un importante acontecimiento en muchos países. Libreros profesionales, educadores, bibliotecarios y miles de personas del público en general acuden en tropel a estas atracciones. Resultan ser lugares ideales para presentar y distribuir libros, publicaciones periódicas y folletos de la Ciencia Cristiana, y para conversar de-persona-a-persona.
Desde 1966, el Agente del Editor y la Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana vienen exhibiendo en la Exposición Internacional del Libro en Francfort, la más grande de toda Europa. El Comité de Publicación para Alemania ha establecido allí un alegre y atrayente quiosco y ha hecho arreglos para que Científicos Cristianos experimentados lo atiendan.
También se han presentado exhibiciones en las exposiciones del libro en la India y en el Brasil. En estos países los quioscos fueron patrocinados y atendidos por las iglesias y sociedades locales. En cada uno de estos casos, La Iglesia Madre suministró parte del surtido de publicaciones presentadas.
Los informes recibidos de los que participan en los quioscos en estas exposiciones del libro indican claramente que en todas partes la gente está espiritualmente hambrienta de las verdades sanadoras de la Ciencia Cristiana. Estos informes citan muchos contactos significativos hechos con clérigos, editores, estudiantes, y personas de otras denominaciones religiosas.
“Un gran sentido de familia”
Un miembro de una organización universitaria del sur del estado de Ohio presentó la Ciencia Cristiana a un amigo, quien empezó a asistir a las reuniones testimoniales vespertinas de los martes auspiciadas por la organización. Al año y medio, habiéndose liberado del vicio de las drogas y del alcohol, se había afiliado a La Iglesia Madre y había sido elegido presidente de la organización universitaria.
Durante este tiempo, este mismo joven a su vez presentó la Ciencia Cristiana a un amigo de su ciudad natal. Éste también sanó del vicio de las drogas y del alcohol, se afilió a La Iglesia Madre, y los dos juntos han presentado la Ciencia a varios otros amigos.
Tales informes, aunque excepcionales, ilustran vívidamente lo que puede resultar del interés de una organización universitaria por compartir con otros la Ciencia Cristiana.
La universidad en cuestión permite que cada grupo religioso representado en la universidad establezca una mesa especial de exhibición en el edificio de la Unión Estudiantil, un día por semana. Miembros de la organización distribuyen literatura, contestan a muchas preguntas e invitan a los estudiantes a que asistan a las reuniones testimoniales.
Los fines de una organización universitaria, tal como lo estipula la Sección 8 del Artículo XXIII del Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy, son tres:
1. Compartir con la comunidad académica, por medio de reuniones periódicas testimoniales, conferencias y otras actividades, las verdades espirituales de la Ciencia Cristiana tal como se encuentran en la Biblia, y en Ciencia y Salud por la Sra. Eddy.
2. Proporcionar una sincera bienvenida a Científicos Cristianos que ingresan en la universidad, unirse con ellos en lazos más estrechos de compañerismo cristiano y alentarlos e inspirarlos a que ejemplifiquen las verdades de la Ciencia Cristiana en su vida diaria.
3. Elevar el nivel del pensamiento en la comunidad académica a una mejor comprensión de valores morales y espirituales y del poder sanador de Dios, contribuyendo así a la solución de problemas relacionados con las universidades y a la iluminación espiritual del mundo.
La organización en Ohio antes mencionada, ha tenido reuniones testimoniales sobresalientes, muy bien concurridas tanto por los miembros como también por visitantes. Y los informes de curaciones — algunas durante el curso mismo de las reuniones — también son igualmente impresionantes.
¿A qué se debe el gran éxito de este grupo?
“Fundamentalmente al hecho de que todos han estado trabajando al unísono. Tienen un fuerte sentido de familia”, dice Brent H. Nettle, Supervisor de la Sección de Organizaciones Universitarias en el Departamento de Filiales y Practicistas. “Y esta unidad de propósito, el cariño que siente uno por el otro y por toda la comunidad estudiantil, ha producido una franqueza, un ambiente de bienvenida que atrae un flujo constante de visitantes.
“Las reuniones testimoniales son pertinentes, específicas, significativas, y los miembros hablan con palabras y en términos que la persona que viene a investigar la Ciencia Cristiana puede comprender”, dice el Sr. Nettle. “Y no ofrecen estos testimonios para impresionar a los visitantes, sino para dar, tan modestamente como sea posible, una declaración clara de la metafísica que han utilizado para lograr la curación. Trabajan orando para apoyar sus reuniones y concurren a ellas en la expectativa de que se logren curaciones en el curso mismo de las reuniones”.
[Extractos compilados de la sección Church in Action del The Christian Science Journal.]
