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Asamblea Anual de La Iglesia Madre

Del número de noviembre de 1974 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

The Christian Science Journal


[Este informe fue publicado en inglés en el ejemplar de agosto del The Christian Science Journal.]

El tema de los dos días de reuniones de la Asamblea Anual de 1974 fue: “Espiritualidad — la necesidad actual”. El subtema: “Sanar la resistencia a lo espiritual — curación que empieza con nosotros mismos”.

La Asamblea Anual misma se reunió en Boston, el lunes 3 de junio por la tarde. Seguida de reuniones especiales esa noche y al día siguiente.

Ante la presencia de miles de Científicos Cristianos de todo el mundo, los dignatarios de La Iglesia rindieron cuenta, y la Junta Directiva de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. presentó un mensaje para informar e inspirar a los miembros.

Este mensaje analiza varias de las importantes necesidades de hoy en día y de lo que se puede hacer acerca de ellas: la necesidad de integridad moral, la necesidad por una comprensión más inspirada de las publicaciones de la Ciencia Cristiana, la necesidad de demostrar que, de acuerdo con la ley de Dios, la provisión satisface siempre la demanda, y la necesidad de espiritualizar el pensamiento.

A continuación se informa detalladamente sobre la Asamblea Anual:

Se inauguró la Asamblea cantando el Himno No. 176 del Christian Science Hymnal. Roy Garrett Watson, presidente saliente, leyó de la Biblia y de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy:

La Biblia
Isa. 55:1,
2 Salmos 1:1–3

Ciencia y Salud
136:1–5
583:12–19
35:20–25

La congregación oró en silencio y después repitió el Padrenuestro.

El señor Watson anunció el nombre y cargo de los nuevos dignatarios de La Iglesia Madre, por el período que termina en junio de 1975: Presidente, Georgina Tennant, de Londres; Secretario, George W. Ledbetter, de Boston; Tesorero, Marc Engeler, de Boston; Primer Lector, Clem W. Collins, de Boston; Segundo Lector, Jane O. Robbins, de Boulder, Colorado.

Al hacer entrega del mallete, a la señora Tennant, el señor Watson explicó que: “fue presentado a la Iglesia por la Sra. Eddy en 1904 para el uso de los Presidentes”.

Entonces el Presidente electo se hizo cargo de la Asamblea.

MENSAJE DE LA JUNTA DIRECTIVA DE LA CIENCIA CRISTIANA, LEÍDO POR EL PRESIDENTE,

Mis queridos compañeros de trabajo:

Vuestra Junta Directiva les da la más cálida y afectuosa bienvenida a esta Asamblea Anual.

Un informe como éste tiene un doble propósito — informar e inspirar.

Informar de las cosas que vuestra Junta estima que ustedes, como trabajadores metafísicos, necesitarán saber.

E inspirarnos todos nosotros para responder a los más intensos desafíos actuales mediante logros más espirituales.

Permítanme resumir varias de las extraordinarias necesidades actuales y qué es lo que podemos hacer acerca de ellas.

La necesidad por integridad moral es una de las más obvias urgencias de nuestra sociedad actual. Ninguna nación puede prosperar mientras va a la deriva hacia el miasma de la ceguedad moral, pública y privada.

Es menester que la explícita declaración de nuestra Guía, Mary Baker Eddy, resuene más fuertemente que nunca por todos los confines de la vida nacional e internacional: “La honradez es poder espiritual. Falta de honradez es debilidad humana, que pierde el derecho a la ayuda divina”. Ciencia y Salud, pág. 453 ;

Ésta ha sido la clara enseñanza de la Ciencia Cristiana desde sus comienzos. Prosigue siéndolo, en medio de la complejidad de los eventos de hoy en día. Nunca ha sido tan indispensable como ahora.

Todos sabemos que la practica de la honradez empieza con nosotros mismos — con el pensamiento y la acción de cada persona, en nuestros asuntos y en la vida profesional, en guiar e instruir a nuestros hijos, en todas nuestras relaciones humanas. Es ahí donde se teje la textura de nuestra sociedad. ¿Quién podría estar mejor preparado para entretejer los hilos de la integridad que aquellos que comprenden que Dios es el Principio divino — y que conocen la Ciencia de este Principio como demostrable en los asuntos humanos?

Una conciencia adormecida aflige profundamente el pensamiento humano hoy en día. Empero, le es natural al Científico Cristiano escuchar la voz de la conciencia. Más que eso, la Ciencia que amamos nos muestra cómo profundizar, cómo encontrar la fuente de la conciencia en la suave y callada voz de la Verdad, hablando eternamente a nuestro corazón y al de todos los hombres. Nada puede silenciar esta voz. Ojalá que cultivemos el sentido espiritual que nos capacitará para escuchar y seguir esta silenciosa voz interior, ¡la voz guiadora del Cristo redentor! El Principio divino es el origen verdadero de la integridad y la justicia de cada nación, y nuestra adhesión individual al Principio es una ayuda poderosa para demostrar el gobierno de Dios entre los hombres.

Nuestra Causa está haciendo una contribución sin paralelo para solucionar todos los problemas de la humanidad. Esta contribución, y sin duda el impacto total de la Ciencia Cristiana en el pensamiento humano, depende en gran medida de las publicaciones que nuestra Guía nos ha dado. Una de las necesidades actuales es el de una comprensión más inspirada de estas publicaciones — una visión más clara de su misión y propósitos sanadores; el apoyo metafísico que los perfeccionará; y una apreciación del bien que están haciendo, tan clara y juiciosa que nos permitirá ver más allá de las imperfecciones actuales.

El The Christian Science Monitor tiene una de las más difíciles tareas en nuestro movimiento. Enfrenta desafíos más duros, tal vez ahora más que nunca. Asuntos de profundo significado están en peligro en este país y en el mundo. Éstos tienden a suscitar enérgicas opiniones humanas e intereses partidistas. En tales circunstancias es harto difícil para cualquier publicación tratar problemas nacionales e internacionales y satisfacer completamente a una familia de lectores tan variada.

Pero hay algo mucho más profundo que estos asuntos que nos une en nuestro amor por nuestro diario — y en nuestro apoyo de él. El Monitor es parte de la inspirada provisión de nuestra Guía para el cumplimiento del trabajo de la Ciencia Cristiana entre los hombres. Tiene una misión divinamente ordenada. Está progresando en el cumplimiento de esta misión. Es ampliamente respetado por las personas juiciosas a través de todo el mundo — por su idealismo, su influencia sanadora, y su marcado grado de equilibrio y veracidad en el manejo de cuestiones complicadas.

Más aún, el Monitor responde a la oración. Todos conocemos el poder de la oración. Si todos, aquí en Boston y en todo el mundo, orásemos diariamente por el Monitor — humilde y fielmente, con íntima pureza espiritual y sin máculas de opiniones humanas — esto fortalecería las manos de aquellos que están luchando seriamente por llevar a cabo esta labor.

Hay elementos en el pensamiento mortal que quisieran silenciar nuestras publicaciones periódicas. Estas influencias agresivas tienden a centrar sus esfuerzos primero en el Monitor. Asegurémonos que nuestros pensamientos no sean utilizados para este fin. Nuestra comprensión espiritualmente científica — nuestra firme percepción de las verdades espirituales — nos protegerá.

La continuación de la misión de nuestro periódico es una ventaja para los países. Bendice a la Iglesia y es una protección para nuestro movimiento. Es la evidencia de la inspirada visión de nuestra Guía, su sabiduría en habilitar su Causa para proseguir, con inspiración y curación, la misión universal de la Ciencia Cristiana.

Otra gran necesidad — y oportunidad — que enfrentamos hoy, es demostrar lo que la Sra. Eddy llama “la ley deífica de la provisión que satisface invariablemente la demanda” Miscellaneous Writings, pág. 45; 3 Ciencia y Salud, pág. 583. en otras palabras, por medio de un equilibrado sentido de provisión y demanda se eliminarán las sugestiones de escasez y testificará la infalible abundancia del Amor divino.

Hoy es un período de insólitas necesidades en el mundo. Nunca antes los frutos del esfuerzo del hombre habían producido tal abundancia. Sin embargo, la demanda es tan enorme que la provisión pareciera inadecuada en muchos aspectos. El resultado es un incontrolable proceso inflacionario, el agotamiento de los recursos naturales y el fracaso en el control de un consumo desordenado.

Como de costumbre, las creencias mundiales se presentan a las puertas de nuestra Causa para ser sanadas por la Ciencia. Estos mismos argumentos de agotamiento intentarían imponerse sobre La Iglesia Madre. Nunca antes las contribuciones desde todas las fuentes habían sido tan generosas. No obstante, alzas de salarios y de costos de productos y servicios están rezagando nuestros ingresos.

De modo que nuestra necesidad como movimiento es demostrar la verdad que la ley divina gobierna la provisión y la demanda. ¿Qué otro lugar mejor para probar esto que aquí mismo? Trabajando y orando juntos podemos demostrar que los recursos infinitos del Amor divino están siempre a mano. Podemos probar que se manifiestan en abundancia suficiente como para que no haya evidencia de agotamiento o limitación. Ayudará a resolver el creciente problema de una brecha mundial entre el rico y el pobre. A medida que demostramos estas verdades en nuestra vida y en los asuntos de nuestra Iglesia, contribuiremos poderosamente a la solución de los problemas económicos de la humanidad.

La Junta desea asegurarles que La Iglesia Madre está examinando cuidadosamente todas las medidas, para separar los deseos de las necesidades, para eliminar cualquier programa innecesario, para reducir gastos, y alentar a las iglesias filiales a hacer provisión local en cuestiones apropiadas tales como el cuidado en sanatorios para aquellos Científicos Cristianos que lo necesiten. Pero un apoyo más firme será necesario para llevar a cabo las actividades mundiales de La Iglesia Madre.

Vuestra Junta está profundamente agradecida por la continua generosidad de los Científicos Cristianos de todas partes. Estamos completamente confiados que la efusiva gratitud que ha caracterizado siempre la respuesta del campo de las iglesias filiales a las necesidades de La Iglesia Madre responderá a la necesidad presente.

La esencia misma de todas las necesidades actuales, tanto en la sociedad como dentro de nuestra Causa, es la necesidad de espiritualizar el pensamiento. El materialismo no destruido es lo que trataría de impedir la curación, disminuir la inspiración de las actividades de la iglesia, y reducir a la sociedad a la confusión. La espiritualización del pensamiento revela un cielo nuevo y una tierra nueva, presentes ahora y aquí, en los que el hombre está armado con el poder espiritual, el dominio y la inteligencia.

Tan importante es la espiritualización del pensamiento que ha pasado a ser el tema de la Asamblea Anual de este año. También es un tema básico para la serie de Reuniones de la Meta Sanadora que se están efectuando en muchos lugares. Estas reuniones son de gran importancia, y están haciendo mucho bien.

La espiritualización del pensamiento resulta de amar más a Dios. Crece con nuestra adoración a un Dios infinito en nuestros pensamientos, actitudes y acciones, cuando ponemos a Dios primero en nuestros afectos. La espiritualización del pensamiento nos capacita para obedecer el mandato de nuestro Maestro de amarnos el uno al otro y sanar al enfermo. Nos da la habilidad para anular los impulsos del mal mental agresivo con la ley del Amor. Trae la absoluta convicción de la realidad del Espíritu y la nada de la materia, tan vital para la curación.

Espiritualizamos el pensamiento y el deseo mediante el empleo de las infinitas riquezas espirituales que hallamos en el estudio profundo y en la práctica de las enseñanzas de la Biblia, del libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud, y en las otras obras de nuestra Guía. Tenemos los instrumentos. Lo único que necesitamos es emplearlos.

El futuro brilla de promesas. Mantengamos la visión de las verdades espirituales de nuestra Iglesia — con las palabras de nuestra Guía — “la estructura de la Verdad y el Amor”.Ciencia y Salud, pág. 494; Entonces podemos contrarrestar con convicción espiritual la mala práctica de la mente carnal. Conoceremos la verdad — y podremos ver la creciente evidencia de que nuestra Iglesia es fuerte y eficaz. Alcanza la humanidad y responde a las necesidades de ella. Es robusta, juvenil, alegre, libre — una Iglesia que sana, atrae y satisface a los que tienen hambre de lo espiritual. Todas sus actividades son eficaces. Manifiesta el poder divino que sana al enfermo rápida y completamente. En este poder podemos confiar y en este poder infinito de veras confiamos.

INFORME DEL TESORERO,

De acuerdo con lo estipulado en el Artículo XXIV, Sección 3, del Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy, se está practicando el proceso de auditoría de los estados financieros de La Iglesia Madre. El Tesorero expresó que, contrariamente a la opinión tan difundida, La Iglesia Madre no es ni jamás ha sido una institución que recibe numerosas donaciones, e informó acerca de la cantidad de fondos invertidos que La Iglesia Madre tenía disponibles, y la cantidad de sus compromisos y de sus gastos durante el año que terminó el 30 de abril de 1974. El informe indicó que, aparte de las cuentas corrientes e impuestos acumulados, La Iglesia Madre no tiene deudas.

El resto del informe del Tesorero, substancialmente es como sigue:

Nuestro primer año de actividad en el nuevo Centro de la Iglesia ha coincidido con el más grande trastorno económico que este país y la mayor parte del mundo han conocido por casi medio siglo.

¿Es esto pura coincidencia? ¿O existe alguna relación entre el estado del mundo y la actividad de La Iglesia Madre? En lo profundo de nuestros corazones todos sabemos la respuesta. En la medida en que se mantiene fiel al Cristo, la Verdad, La Iglesia Madre que Mary Baker Eddy fundó tiene necesariamente que llevar la delantera al mundo; y su impulso actúa como una ley para destruir toda creencia humana contraria. La resistencia de la falsa creencia a la acción de la Verdad, provoca la violenta quimicalización que estamos presenciando hoy en día.

La mayor visibilidad de nuestra Iglesia aquí en Boston parece haber dado impulso a nuevas formas de resistencia al mensaje que nuestra Iglesia está designada a proclamar. Esto significa simplemente, en cuanto a crecimiento espiritual se refiere, que desafíos de una nueva naturaleza y dimensión nos están enfrentando. ¿Por qué? Porque todas las sugestiones de inestabilidad, temor, falta de liderazgo, falta de integridad, penuria espiritual, que hay en el mundo, todas ellas son otras tantas oportunidades que nuestra Iglesia tiene de sanar, elevar, y guiar a nuestro mundo — un mundo que está en gran necesidad, ahora más que nunca, de comprender los verdaderos valores y substancia espirituales.

Es fascinante observar un despertar universal a la total incertidumbre acerca de los recursos materiales. Ha habido un disturbio inusitado en los mercados monetario y de capital, tanto domésticos como internacionales, y esto ha sacudido severamente y de verdad ha fragmentado los conceptos tradicionales de recursos, ahorros, y oferta financiera. En este proceso de un despertar, La Iglesia Madre tiene que marcar rumbos; tiene que guiar el pensamiento, afectuosa, pero firmemente, sacándolo de la frágil base de confianza en la materialidad hacia la convicción inmutable y serena de que los recursos verdaderos son — y por siempre serán — espirituales.

En directo desafío a las teorías materialistas, nuestra Iglesia tiene ahora el privilegio de probar que la ley que apoya los maravillosos relatos de la Biblia, tal como el de la vasija de la viuda, está operando tan efectivamente como en los tiempos bíblicos. No representa un gran desafío el hablar sobre la naturaleza espiritual de la provisión cuando las cuentas bancarias están repletas. La prueba decisiva empieza cuando el cuadro material pretende negar la verdad espiritual.

A esta altura podemos derivar formidable autoridad y fortaleza del ejemplo del Metafísico por excelencia. Cristo Jesús cultivó un enfoque doble a lo que podríamos llamar hoy en día desafíos de provisión. El hombre mismo que alimentó a las multitudes en el Mar de Galilea con meramente un pequeño símbolo de provisión humana — que él inmediatamente percibió en su esencia divina — también aconsejó a quienquiera que intentara construir a que considerara el costo de la empresa, para asegurarse de que podría terminarla. Nuestra Iglesia ha pasado esta prueba con buen éxito, pero ahora viene el próximo y aún más grande desafío: el probar que nuestro imponente Centro de la Iglesia no es sino la expresión externa de una promesa que, sin lugar a dudas, será cumplida — la promesa de un Movimiento que está ahora mejor equipado que nunca para llevar a cabo su misión en el mundo.

“El milagro de la gracia no es milagro para el Amor”,Miscellaneous Writings, pág. 309; dice la Sra. Eddy. Con todo el amor que la Ciencia Cristiana genera en el corazón de todo miembro sincero de La Iglesia Madre, nuestra demostración de encarar con buen éxito el desafío presente no será un milagro. Si bien estamos profundamente agradecidos por fondos fiduciarios y legados, de verdad necesitamos más contribuciones directas para encarar los desembolsos que día a día se le exigen a nuestro Fondo General. En la actualidad sólo cerca del 17 por ciento de nuestros gastos generales son cubiertos por contribuciones directas de nuestros miembros.

Un compromiso individual más enérgico de parte de cada miembro sería profundamente agradecido, encaminado a contribuir con mayor regularidad y más sistemáticamente a los costos originados por nuestro trabajo misionero de alcance mundial. Nuestra gratitud por la Ciencia Cristiana se traducirá más tangiblemente en contribuciones más vigorosas a medida que aumenta más nuestra gratitud por lo que la Ciencia Cristiana es que por lo que hace — que aumenta más porque la Ciencia Cristiana revela la verdad del ser al mundo y no sólo porque nos sana y bendice personalmente. ¿Acaso no indicó Jesús que debiéramos regocijarnos más porque nuestros nombres están escritos en los cielos que porque los demonios se nos sujetan? ¿No nos mandó que ante todo proclamáramos que el reino de los cielos se acerca, lo que a su vez resulta en curación inevitable?

Les interesará saber que hemos dado varios pasos prácticos en varios aspectos importantes.

1. Hemos ampliado nuestras actividades inversionistas al incluir mercados y monedas de otros países en la administración de los fondos de La Iglesia.

2. Estamos utilizando ahora los servicios de una comisión asesora con el fin de adoptar decisiones sobre inversiones, compuesta por personas directa y continuamente interesadas en los asuntos de nuestra Iglesia, y también hacemos buen uso del respaldo de nuestros talentos internos. Esto nos aporta total beneficio del enfoque destinado a tomar decisiones que la Ciencia Cristiana nos enseña.

3. Estamos estableciendo un sistema de control de costos para ayudarnos a determinar cuánto costaría cada programa de La Iglesia Madre para las actividades en el campo. Entonces podemos comparar esto con el valor que representaría para el Movimiento.

4. Estamos en la fase final de reconciliarnos con nuestras computadoras. En lugar de que parezcan ser enemigos, se están convirtiendo en amigos, y confiamos en que ustedes verán sus efectos en la manera en que se les dará curso a sus formularios el año próximo.

¿Existe para nosotros que estamos aquí y para los demás miembros ausentes algo más querido que el crecimiento de nuestra Causa? Por cierto que no. Nuestra Guía nos da la clave para nuestro crecimiento individual y para nuestro crecimiento colectivo — como Iglesia cuando dice: “Avanza más en la Ciencia divina el que medita más en la substancia e inteligencia espirituales”.2

¿No es acaso un privilegio especial el profundizar en nuestra comprensión de la substancia infinita, mientras que al mismo tiempo, aseguramos nuestro crecimiento individual y, también, el progreso de nuestra Causa?

Unamos, entonces, nuestras fuerzas más vigorosamente que antes para encarar los desafíos actuales. Entonces nuestros esfuerzos serán como el tiempo que se apresura... para que el mundo aprenda “que la gloria de Dios por doquier siempre está, cual las aguas cubren el mar”.Christian Science Hymnal, No. 82.

INFORME DEL SECRETARIO,

¿Ha manejado usted alguna vez por el desierto y de repente se ha encontrado entre una fenomenal policromía — las flores silvestres del desierto perdiéndose en el horizonte — imponente belleza donde poco antes no era sino un polvoriento desierto? Podemos comparar esto con la etapa actual de la Ciencia Cristiana — un período que, por lo general, puede parecer como un desierto, en cuanto a nuestro progreso se refiere, sin embargo, es un período en el que la levadura de la Verdad actúa, y estamos vislumbrando la ilimitada belleza divina que se expresa.

La Sra. Eddy se refiere varias veces a la parábola de Cristo Jesús, de la levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina hasta que el todo se leudó. En su obra Message to The Mother Church for 1902 (Mensaje a La Iglesia Madre para 1902) ella dice, “La Ciencia Cristiana, la pequeña levadura escondida en tres medidas de harina, — la ética, la medicina, y la religión, — está fermentando rápidamente e iluminando al mundo con la gloria de una verdad sin trabas”.’02., pág. 2;

Este proceso de fermentación se está desarrollando ahora mismo, quietamente, imperceptible para el pensamiento mundial, tal vez escondido parcialmente aún para nosotros. Pero al igual que la harina no puede oponerse a la levadura y no tiene ni voz ni voto en el proceso de su fermentación, así la materialidad, la creencia del mundo, no puede oponerse a la levadura de la Ciencia Cristiana. Está subiendo el nivel de comprensión de la espiritualidad, y a medida que nuestra vida da prueba de nuestro progreso en la verdad, el mundo estará mucho más consciente de la belleza y gloria de este proceso de fermentación, al acercarnos al fin de este siglo.

Los departamentos que comprenden el Grupo del Secretario de Filiales y Practicistas, de Asistencia, Internacional y el Departamento del Secretario — están enfocando sus actividades hacia le Meta Sanadora de nuestra Iglesia. Y están entusiasmados con su labor de ayudar a iglesias filiales, organizaciones universitarias, grupos en formación y personas de todo el mundo a “satisfacer las necesidades de la humanidad por medios espirituales”.El Heraldo de la Ciencia Cristiana, noviembre, 1973, pág. 142 ; Hay numerosos relatos del amor-en-acción.

El Departamento de Filiales y Practicistas con la cooperación del Departamento Internacional está llevando a cabo por todo el mundo las reuniones “El gozo de la curación” con extraordinario éxito, y este programa continuará hasta que se hayan visitado todas regiones. Esto, verdaderamente es un apoyo mundial de la meta sanadora.

En los últimos dos años se han efectuado reuniones regionales para la juventud y para miembros de organizaciones universitarias en los Estados Unidos de América y en el exterior. Muchos de estos jóvenes Científicos Cristianos están ansiosos y preparados para tomar parte en las actividades de la iglesia filial y compartir la Ciencia Cristiana con su prójimo. Su amor de la Verdad que sana y reforma es alentador y estimulante. Un relato típico: “He regresado con un vivo anhelo de ser lo más útil posible en lo que concierne a la promoción y expansión de la Ciencia Cristiana en nuestra comunidad, y me esfuerzo por prestar más y más atención a las leyes de Dios y a las enseñanzas de nuestro Maestro, Cristo Jesús”.

Una iglesia filial informa: “Nuestro Comité de la juventud está cosechando los beneficios que la Reunión Regional de la Juventud produjo en nuestros jóvenes. Como resultado directo de la reunión, la Escuela Dominical ha sido enriquecida, y nuestra iglesia ha ganado dos nuevos miembros, quienes están tomando activo interés en trabajar en los comités de la iglesia”.

La Sección Escuela Dominical llevó a cabo internacionalmente Seminarios sobre la Biblia y los métodos de enseñanza, los cuales han alentado a maestros de Escuela Dominical, a oficiales de la misma y a miembros de la iglesia a hacer un estudio más profundo de la Biblia. Esto, junto con un estudio más concienzudo de las obras de la Sra. Eddy, está mejorando la enseñanza en la Escuela Dominical. Muchos informan que aceptaron trabajar como maestros como resultado de los seminarios.

Una familia escribe, “Gracias por este precioso regalo, que es una maravillosa ayuda para la enseñanza en la Escuela Dominical. Nuestra hija de doce años, cuando nos escuchó practicar lo que habíamos aprendido, dijo: ‘Así sería como me gustaría que fuese mi Escuela Dominical’. Nunca antes en nuestra experiencia habíamos comprendido tan claramente las palabras de la Sra. Eddy: ‘Como adherentes de la Verdad, tomamos la Palabra inspirada de la Biblia como nuestra guía suficiente para la Vida eterna’ ”.Ciencia y Salud, pág. 497;

Una señora escribió: “Cuando recibí la información acerca de los Cursos para la Enseñanza de las Escrituras, maravillosos pensamientos me vinieron referente a La Iglesia Madre y su labor en nuestro mundo actual. Sentí que ahora, el norte, sur, este y oeste están, en realidad, incluidos en el Amor divino que todo lo abarca, expresado por medio de las actividades mundiales de La Iglesia Madre y sus miembros”.

Hay cartas conmovedoras de aquellos de ustedes que están compartiendo la Ciencia Cristiana de persona-a-persona con sus amigos y con aquellos con quienes se relacionan diariamente. Sabemos que esto produce la curación, pues la Oficina del Secretario recibe sus solicitudes de afiliación a La Iglesia Madre. Estamos agradecidos por ellas y damos las gracias por ellas. Mucho más de esta coparticipación y buenos resultados son una posibilidad presente.

El Departamento de Asistencia informa del progreso en los estudios de las nuevas instalaciones de enfermerías en reemplazo de los dos sanatorios de San Francisco y Boston, aquéllas serán administrados por grupos de la comunidad. Quisiera subrayar que los actuales sanatorios de la Asociación Benevolente no dejarán de funcionar mientras no están listas las nuevas instalaciones. El adiestramiento para enfermeras continúa, pero se necesitan más estudiantes.

Todo lo que acabo de informar, junto con las reuniones de la meta sanadora mencionados en el Mensaje de los Directores, apoya el objetivo sanador de largo alcance de La Iglesia Madre, y se relaciona directamente con nuestro anhelo de compartir con el mundo la Ciencia Cristiana, el Consolador prometido por Cristo Jesús. A medida que avanzamos con la certera convicción de que la levadura, la Ciencia Cristiana, está trabajando ahora mismo, podemos alabar a Dios como lo hizo el Salmista: “Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres”. Salmo 107:8; “Alabad a Jehová”. 106:1.

INFORME DE PRESIDENTE DEL CUERPO DE CONFERENCIANTES DE LA CIENCIA CRISTIANA

El Maestro, Cristo Jesús, ordenó a sus discípulos: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. Marcos 16:15: La obediencia a este mandato difundió el cristianismo por todo el mundo occidental.

La Sra. Eddy estableció el Cuerpo de Conferenciantes de la Ciencia Cristiana con un propósito similar, que la luz de la iluminación espiritual, la Ciencia de la curación cristiana, la Palabra de Dios, pudiera diseminarse por todo el mundo.

En obediencia a esta misión, los miembros del Cuerpo de Conferenciantes, efectivamente van “por todo el mundo”. Viajan a través de las Américas del Norte y del Sur, Europa, Asia, África, Australia, y las islas oceánicas. En verdad, predican “el evangelio a toda criatura”, y lo hacen en diez idiomas diferentes.

A la fecha, los miembros del Cuerpo de Conferenciantes dan conferencias en español, alemán, francés, holandés, inglés, italiano, noruego, portugués, sueco y afrikaans. Además de estos idiomas, que ellos hablan, las conferencias también son traducidas en otras 22 lenguas, haciendo un total de 32 idiomas en que se dan las conferencias.

Pero, por supuesto, no son los viajes ni los idiomas lo que fundamentalmente importa. Es el mensaje espiritual de las conferencias actuando en la consciencia mundial y contrarrestando las influencias satánicas tan evidentes hoy en día. San Juan escribió en su tiempo: “Así ahora han surgido muchos anticristos”. 1 Juan 2:18. Y así es en la actualidad. Mas el Cristo, el espíritu de Dios en el pensamiento del mundo actúa como un antídoto contra las creencias del anticristo. Ésta es la preciosa tarea del Cuerpo de Conferenciantes — presentar la Ciencia del Cristo a la consciencia humana, la cual lucha con los afanes de la creencia mortal. Su misión es ayudar a la elevación de la consciencia humana a reconocer la identidad y realidad espirituales, es decir, la existencia actual de la armonía, salud, belleza y gozo espirituales del reino de Dios.

Los conferenciantes están haciendo esto. Curaciones de todo género — desde el ateísmo hasta la artritis — están ocurriendo en las conferencias. Por ejemplo, un joven que había tenido sólo visión parcial desde su nacimiento y siempre había usado anteojos, pudo para su gran gozo, abandonar los lentes y ver claramente, al término de una conferencia.

Una mujer que había luchado por entrar a una sala de conferencia caminando pesadamente con dos bastones, salió de la conferencia erguida y sin los bastones, que abandonó ahí mismo.

Una conferencia que trata acerca de la sugestión del suicidio, tan agresiva hoy en día, ha producido informes relatando que varias personas habían sido liberadas de sugestiones casi constantes de autodestrucción, después de escuchar la conferencia.

Se han resuelto problemas morales y se ha elevado la moral. Muchas personas que habían conocido poco o nada acerca de Dios, o que no podían aceptar lo que se les había enseñado, han sido curadas del ateísmo y agnosticismo por medio del mensaje espiritual de las conferencias.

Mas para detener estos frutos, el magnetismo animal argumenta susurrando: "Las conferencias no son tan buenas como solían ser. No quiero ir a escucharlas, de modo que no invitaré a nadie más. No deseo trabajar más en favor de las conferencias es simplemente hacer lo mismo una y otra vez".

A menos que silenciemos estas sugestiones agresivas, tal como la Ciencia Cristiana nos enseña a hacerlo, podemos perder de vista el bien que las conferencias están proporcionando. Hasta podemos dejarnos llevar a ser parte del peso muerto del materialismo que trataría, si pudiera, borrar y silenciar el mensaje del Cristo que espiritualiza el pensamiento humano.

En vez de escuchar tales argumentos, recordemos nuestra propia participación en la difusión del mensaje espiritual. La Sra. Eddy ha hecho que una conferencia sea una actividad de coparticipación. Esto es, una conferencia de la Ciencia Cristiana es un esfuerzo mutuo entre la iglesia filial o sociedad y el conferenciante. Cuando ambas partes coinciden en estar totalmente conscientes de lo que esto implica, y cumplen sus respectivas tareas, entonces, logran grandes frutos. Puedo informar que dondequiera que ambas partes trabajan con iluminación y energía espirituales, la asistencia y las curaciones aumentan. En algunos casos, la concurrencia a la conferencia se ha duplicado desde el año anterior, a veces, a más del doble, en tal manera, que veintenas de oyentes han estado voluntariamente de pie durante toda una conferencia. Especialmente las conferencias en la época de verano están atrayendo grandes multitudes.

Cuando ganamos algo de la visión espiritual que nuestra Guía tuvo con respecto a la misión del Cuerpo de Conferenciantes; gozosamente silenciamos los argumentos del malicioso magnetismo animal, que tratarían de desbaratar esta misión; y cuando trabajamos con las energías divinas del Espíritu para apoyar y cumplir la misión, estaremos participando en responder a la necesidad de nuestro tiempo. Alimentaremos con el pan de Vida a un mundo que está hambriento de espiritualidad.

La congregación cantó el Himmo No. 304.

INFORME DE LOS FIDEICOMISARIOS DE LA SOCIEDAD EDITORA DE LA CIENCIA CRISTIANA, LEÍDO POR SU PRESIDENTE,

Este no es un informe de nosotros ubicados aquí para ustedes situados allá, o de ustedes de allá para nosotros aquí. Ustedes son nosotros, y ustedes y nosotros somos uno. Juntos nos unimos en servicio como un cuerpo compuesto de muchas partes. Actuamos en unidad para compartir con la humanidad la verdad que libera.

Las actividades de la Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana incluyen a cada miembro de La Iglesia Madre. Cada revista religiosa, cada edición de su periódico, cada libro, folleto y disco representa a La Iglesia Madre en acción. Un informe sobre las actividades de la Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana es, por lo tanto, un informe de nuestras actividades, de todos ustedes y nosotros como miembros de La Iglesia Madre.

¿Cómo están las cosas? No tan bien como podrían estar. Esto no quiere decir que no se está haciendo mucho bien — se está haciendo mucho bien, sí, pero podemos realizar mucho más. ¡Pensad en ello! Nuestra Guía nos ha dado todo lo que necesitamos para liberar a la humanidad de toda forma de esclavitud. Se nos ha dado la revelación y los medios de compartirla universalmente. ¿Y cómo le va a la humanidad? Seamos francos, hay millones de hambrientos esperando que se les alimente.

Si medimos nuestro progreso meramente en términos financieros y de subscripciones, corremos el peligro de podar las ramas del mismo mal que necesitamos desarraigar. La Sociedad Editora continúa operando a pérdida. Esto simplemente no se puede aceptar. Se han introducido severas economías para corregir este desequilibrio. Mas ¿cuál es nuestra mayor necesidad? ¿No es acaso incrementar nuestra comunicación espiritual con la humanidad? El número de subscripciones sigue en aumento. Mas cuando consideramos cuántos necesitan aún lo que sólo nosotros podemos compartir, no podemos sino anhelar hacer las cosas mejor. La Sra. Eddy escribe: “La oración verdadera no es pedir a Dios que nos dé amor; es aprender a amar y a incluir a todo el género humano en un solo afecto. Orar significa utilizar el amor con el cual Dios nos ama. La oración engendra un deseo vivo de ser buenos y de hacer el bien”. No y Sí, pág. 39;

Nuestra Guía fundó la Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana para el propósito expuesto en su Escritura de Fideicomiso: “para promover y extender con mayor eficacia la religión de la Ciencia Cristiana enseñada por (ella)”. Este pasado año, los Fideicomisarios han dado especial prioridad a determinar tan claramente como sea posible la intención espiritual básica para lo cual originó nuestra Guía cada una de nuestras publicaciones. Con la devota cooperación del personal de vuestra Sociedad Editora estamos trabajando para implementar más cabalmente en letra impresa este propósito espiritual.

El The Christian Science Journal, el Sentinel, el Heraldo, y el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana y el The Christian Science Monitor — cada uno tiene una misión cristiana: proclamar la Verdad y destruir el error material. Cada uno de ellos es indispensable para nuestra regeneración espiritual y la salvación del mundo. Nuestras publicaciones diarias, semanales, mensuales y trimestrales se complementan entre sí. No podemos ganar el pleno valor de una sin subscribirnos y leer las otras. Cada uno de nosotros necesita todas nuestras publicaciones periódicas, y ellas necesitan de cada uno de nosotros si es que nuestra iglesia, por medio de ellas, ha de cumplir su misión sanadora para nosotros y toda la humanidad. Juntas, ellas despiertan, inspiran y elevan el pensamiento humano — conducen a la demostración de la Verdad divina en la experiencia humana. El Monitor informa sobre los problemas que enfrenta la humanidad, las demás publicaciones nos enseñan cómo encarar estos problemas: cómo resolver y no esquivar los problemas.

Cuán agradecidos estamos todos por el apoyo que los miembros de nuestro movimiento les han dado a nuestras publicaciones de La Iglesia Madre durante el año pasado — agradecidos por cada artículo recibido, cada artículo leído y compartido — agradecidos por cada anunciador en el Monitor, y por cada subscripción vendida.

Mas ¿cómo podemos demostrar mayor espiritualidad en el arte de escribir y en la lectura de nuestras publicaciones — en la promoción y coparticipación de ellas? ¿Por dónde empezar? ¡Con protestas! ¿No estaría usted de acuerdo en que es con oraciones de protesta de amor — con afirmaciones espirituales de que el Principio divino, no la persona, es la causa que impulsa a cada publicación; el reconocimiento agradecido de que el Amor infinito es la fuerza motriz que contribuye a su circulación; reconocimientos positivos de que las ideas nuevas y originales de la Mente única son las que inspiran su contenido? Mediante estas protestas científicas cada uno de nosotros puede cumplir con su tarea de apoyar, mejorar, promover y extender la comunicación escrita de La Iglesia Madre.

No debemos permitir que sugestiones negativas de la mente mortal nos priven del privilegio responsable de orar, subscribir, leer y apoyar activamente el alcance mundial de nuestros misioneros.

Estamos agradecidos por el devoto servicio de nuestros colegas que trabajan en la Sociedad Editora. Permítanme asegurarles, que ninguno de los que trabajamos aquí tiene un iluso concepto de autosatisfacción con lo que se ha logrado hasta la fecha. Tenemos más bien la resuelta determinación de hacer de cada día uno de servicio cristianamente más eficaz en pro de la humanidad.

¡Cuán a menudo durante el pasado año las citaciones de las Lecciones bíblicas de nuestro Cuaderno Trimestral nos han revelado precisamente las verdades necesarias para solucionar los problemas más importantes en el pensamiento humano. ¡Cuán trascendentes, para el progreso de la humanidad, son nuestras Lecciones-Sermones! Mediante el empleo devoto de las verdades que enseñan, cada uno de nosotros crecerá espiritualmente hasta que nuestro alcance sanador de amor cristiano circunde el mundo entero.

En enero último introdujimos simultáneamente la transmisión en facsímil para el Monitor, una edición clásica, y la Sección “Boston-New England Section” (Sección Boston-Nueva Inglaterra). No fue tan insignificante. Fue algo que hubiera sido imposible sin bastante oración y arduo trabajo. Este progreso hace que las noticias del Monitor lleguen 24 horas antes a la costa occidental de Estados Unidos de América y siete horas antes al medio oeste.

Desde hace tiempo, muchos de nosotros pensamos qué práctico sería si las iglesias pudieran pedir todas las publicaciones de la Sociedad Editora y del Agente del Editor de un solo catálogo en vez de dos, si los envíos de ambos pudieran enviarse en un solo paquete, y si, cualquiera que sea el pedido, pudiera haber una sola factura mensual. Bueno, a partir de noviembre todo esto será posible. Es un placer informarles que se ha establecido en Boston un Centro para el Servicio de las Salas de Lectura que se hará cargo del pedido, envió y facturación del Agente del Editor y de la Sociedad Editora conjuntamente. Detalles sobre este centro se anunciarán próximamente en “Notas para la Sala de Lectura” y los acostumbrados canales de información.

Muchos de los departamentos de La Sociedad Editora se están traspasando al equipo automatizado como un medio de acelerar nuestro servicio a los lectores dedicando más tiempo a las necesidades de los subscriptores individuales de una manera afectuosa y cuidadosa. Pruebas tangibles de las mejoras de nuestro servicio se verán en nuestro rápido sistema de cambio de direcciones, y en la casi inmediata implementación de nuevas subscripciones a nuestras publicaciones periódicas.

Nuestra continua búsqueda consiste en encontrar mejores medios para satisfacer las necesidades de nuestros lectores en todo el mundo. Por primera vez se está imprimiendo mensualmente el Heraldo en español y portugués. Más de veinte nuevas publicaciones traducidas fueron publicadas el año pasado, que incluyen las ediciones del Himnario en griego y portugués. Los editores que preparan nuestras publicaciones periódicas y libros han respondido a la necesidad de artículos que se relacionan con los urgentes asuntos de nuestra época y que satisfacen las necesidades de grupos de diversas edades y niveles de cultura. Niños — y adultos, también — han respondido entusiastamente a tales mensajes reaseguradores como aquellos en el folleto para niños “¿Quién tiene miedo? ¡Tú No!” y el disco-libro de un relato de la Biblia: Daniel en el foso de los leones.

Qué bueno es avanzar juntos el año que viene, con el gozoso reconocimiento de que no hay límites para la espiritualidad que cada uno de nosotros puede aportar a nuestras revistas religiosas, nuestros libros y folletos, y nuestro Monitor. Podemos apoyar devotamente su misión cristiana. Leer su contenido con percepción espiritual. Aplicar sus verdades sanadoras a las necesidades de la humanidad. Podemos comunicar y compartir estas verdades sanadoras con el de pensamiento receptivo.

Leemos en Salmos: “El Señor daba palabra; había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas”. Salmos 68:11. Estas palabras están esculpidas en piedra en la fachada de La Sociedad Editora, pero la gran multitud son ustedes y nosotros, y nosotros somos uno.

INFORME DE GERENTE DE LOS COMITÉS DE PUBLICACIÓN

Dondequiera que la semilla de la Ciencia Cristiana echa raíces y crece, surge la necesidad de que los Comités de Publicación protejan este tierno crecimiento. Los derechos legales de los Científicos Cristianos para practicar su religión, y confiar en la Ciencia Cristiana para la curación, han sido establecidos — no por medio de la exigencia sino mediante la oración y la demonstración concreta. El pasado año se ha emprendido un extenso trabajo e investigación legal con las autoridades gubernativas de Zaire, Brasil, Uruguay, Argentina, Dinamarca, Suecia y Finlandia.

Esta es una gozosa tarea, como la Ciencia Cristiana siempre es, pero es un trabajo muy específico. Su resultado es que la resistencia de la mente mortal se somete a la demostración. Donde los derechos de los Científicos Cristianos están reconocidos, uno puede estar seguro de que alguien ha orado y demostrado el gobierno, la justicia y equidad espirituales que constituyen la ley omnipresente de Dios.

La correcta información acerca de la Ciencia Cristiana está siendo compartida por todo el mundo y más ampliamente que nunca. Por primera vez se escuchó a un Director de La Iglesia Madre durante una entrevista radial el año pasado en Francfort y en Bremen, en la República Federal de Alemania, y también en una cadena nacional de radiodifusoras de Holanda. Otro Director fue entrevistado en una conferencia de prensa en Hong Kong, Tokio, y Seúl, Corea del Sur. Por la primera vez, el Comité de Publicación presentó un programa radial de media hora sobre la Ciencia Cristiana transmitido en Zurich, Suiza. Un importante diario de circulación nacional en Japón informó por primera vez acerca de la actividad de la Ciencia Cristiana — en ocasión de una reunión regional de la juventud. Noticieros relacionados con la construcción final de nuestro Centro de la Iglesia y con la Asamblea Anual del pasado año, han sido vistos por millones de personas, desde Cape Town, África del Sur, a Calgary, Canadá, quienes nunca antes habían oído las palabras “Ciencia Cristiana”.

Nuestra Guía escribe en Ciencia y Salud, “Se necesita valor para declarar la verdad; porque mientras más levante su voz la Verdad, más alto gritará el error, hasta que su sonido inarticulado sea acallado para siempre en el olvido”.Ciencia y Salud, pág. 97;

El año pasado hemos visto la confirmación exacta de lo declarado por nuestra Guía. Acusaciones de que la Ciencia Cristiana está vinculada a la ciega y peligrosa curación por la fe han sido esparcidas ampliamente. Se han hecho numerosos cargos de que los Científicos Cristianos ignoran el pecado, y, por consiguiente, son propensos a actuar sin la consideración adecuada hacia los derechos legales y morales de los demás. Algunos periódicos han publicado rumores falsos y titulares equívocos diciendo que la Ciencia Cristiana está desapareciendo.

Los Comités de Publicación han contestado con vigorosa acción sanadora. Ha ido aumentando el número de cartas publicadas para rectificar esas acusaciones. A veces los editores de dichos periódicos han llegado a dudar de la autenticidad de los ataques y dieron a conocer ambas partes de la historia; publicaron noticias del progreso y de las actividades de la Ciencia Cristiana al lado de todo artículo que sostenía que la Ciencia Cristiana estaba desapareciendo, o bien pidieron a los Comités que les proporcionaran las rectificaciones necesarias.

Los Científicos Cristianos no deben sorprenderse, ni desanimarse por estos ataques del error. Pero tampoco deben confiarse e ignorarlos en su propia oración diaria por la Iglesia. La provisión en el Manual en cuanto al Comité de Publicación es significativa para cada Científico Cristiano. Cada uno de nosotros puede participar en esta tarea mediante su propia oración. Puede hacer primero lo que es de primordial importancia, puede dejar de ser susceptible, o dejar de reaccionar, puede morar en una consciencia sanadora. Tal como nuestra Guía nos recuerda, “Una mentira que se ignora no se destruye tan rápidamente como cuando, con la ayuda de la verdad, la desenmascaramos”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 130.

Todos podemos volvernos y enfrentar esos errores que quisieran impedir el paso de aquellos que buscan la Verdad. ¡Sabemos que el mundo está hambriento y sediento de la Verdad! ¡Sabemos que el Consolador ha llegado! Ganemos ahora mismo más de la gozosa certidumbre de que nada puede resistir u obscurecer su presencia y disponibilidad para toda la raza humana.

INFORMES DE IGLESIAS FILIALES

A esta altura de la Asamblea varios informes de curaciones y de progreso preparados con anterioridad fueron proporcionados por miembros de iglesias filiales y sociedades en Estados Unidos de América y en el extranjero.

DISCURSO DEL PRESIDENTE ELECTO,

Nuestra Iglesia no está inmóvil. ¿Cómo podría la Verdad y el Amor, el Principio divino o su estructura estar jamás inactivos? ¿Cómo podría jamás la Iglesia ser representada como renuente al progreso, al desarrollo de nuevas ideas? La Verdad está siempre revelándose. Está activando la consciencia humana. Está trayendo cambios en todo el mundo.

El año que viene se cumple el centenario de nuestro libro de texto — la más grande obra de nuestra Guía para la humanidad. Con sus numerosas traducciones, su libro difunde y protege la Ciencia del Cristo. Amamos nuestros libros, la Lección-Sermón, y nuestras publicaciones periódicas — la letra de la Ciencia Cristiana. Y la estudiamos con avidez. ¿Procuramos el espíritu de la Ciencia Cristiana con la misma avidez? ¿Reconocemos su poder? ¿Trabajamos realmente con vigor para ejercerlo?

¿Cuál es el espíritu de nuestro movimiento — el espíritu con “e” minúscula? Ciertamente, es el mismo espíritu que animó a su Fundadora — el amor a Dios y al hombre. El espíritu que hará sacrificios para servir. El espíritu de la confianza y la paciencia, el espíritu del gozo y de la gratitud. El gozo de propagar el espíritu de la Ciencia Cristiana es el privilegio y la responsabilidad de cada Científico Cristiano — el suyo y el mío.

Uno de los resultados esenciales de la actividad de la Iglesia estipulado por nuestra Guía es el de despertar el entendimiento dormido. Ver Ciencia y Salud, pág. 583; Tal vez hoy en día éste sea el desafío más serio. Exige la comprensión de las ideas espirituales que sanan al enfermo. ¿Cómo podemos despertar a la humanidad de su urgente necesidad por lograr ayuda divina? ¿Qué más tenemos, además de la negación de la materia y sus condiciones, que llame la atención y despierte al pensador? ¿Cómo podemos demostrar una inspiración a aquellos concienzudos pensadores, cristianos o no, que aman a la humanidad y anhelan rescatarla de sus dificultades? ¿Qué es lo que nos proporciona la Ciencia Cristiana que es único y aplicable a cada situación humana?

¿Acaso no es la comprensión científica de la constante declaración de Jesús de su unidad con el Padre, quien “hace las obras?” Juan 14:10; La iluminadora palabra de la Sra. Eddy para esta relación — este reflejo — es sencilla y profunda. Da un concepto de seguridad y del poder para sanar. Nuestra Guía dice en Ciencia y Salud, “La Mente inmortal cura lo que el ojo no ha visto; pero la capacidad espiritual de percibir el pensamiento y de curar mediante el poder de la Verdad, se alcanza sólo a medida que el hombre se encuentre, no en justicia propia, sino reflejando la naturaleza divina”.Ciencia y Salud, pág. 179; Mientras más concordemos con esta verdad de que el hombre es un reflejo divino, nuestra influencia en el mundo será más amplia, y el despertar del entendimiendo dormido será más espontáneo.

Por reflejo, el espíritu del Cristo surge en nosotros con ideas espirituales y nos deleitamos en la obra de Dios. Por reflejo, el espíritu de compasión consuela al que sufre. Por reflejo, el amor de Dios se establece en la consciencia; calma el temor, nos protege del mal. Por reflejo, la paz de Dios se esparce, borrando la discordia. Esta paz de Dios es la certeza de la unidad fundamental de la creación de Dios. Éste es el espíritu de la Verdad que el mundo ansia. Este espíritu del Cristo impulsó a las multitudes a buscar a Jesús y ser sanadas por él. La comprensión de esta relación entre Dios y el hombre sostuvo a los primitivos cristianos a sobreponerse a los desalientos así como a superar terribles pruebas. Y nos sostiene a nosotros. El pensamiento disciplinado para reflejar la naturaleza divina en algún grado, difunde lo que Pablo llama un “grato olor de Cristo”. 2 Cor. 2:15;

Un día mientras estaba de compras en la sección ferretería de una tienda grande, ensimismada en lo que estaba haciendo, experimenté gradualmente una sensación de paz que venía de fuera. Se convirtió en algo tan poderoso que me sacó de mi absorción y me hizo preguntarme la razón de ello. Me di media vuelta y vi a una amiga viniendo hacia la sección ferretería. Es una practicista disciplinada y próspera. No me había visto. No fue sólo su presencia lo que sentí — fue algo tan poderoso que me sacó de mi absorción. Fue el “grato olor de Cristo”. Me causó extrañeza y me pregunté, “¿Por qué siento esta paz? ¿De dónde procede?”

El tema del período de nuestra Asamblea Anual de este año es que la espiritualidad es la gran necesidad del mundo. El subtema es “Sanar la resistencia a lo espiritual — curación que comienza con nosotros mismos”. De manera que la responsabilidad de responder a la necesidad del mundo nos incumbe a todos, a usted y a mí. ¿Queremos ayudar al mundo? Si es así, entonces, ¿qué es lo que estamos dispuestos a hacer para lograrlo?

Los primitivos cristianos dejaron todo para esparcir las enseñanzas de Jesús. Los primitivos Científicos Cristianos dejaron todo para demostrar la revelación de nuestra Guía por medio de la curación. Ambos encontraron oposición externa. También nosotros encontramos oposición interna procedente de materialidad no reconocida, por lo tanto, no destruida, y por las erróneas influencias mentales. Mediante el todo de Dios, el Espíritu divino, y el profundo y penetrante poder de la Verdad podemos neutralizar estos elementos perniciosos, liberarnos de su influencia mesmérica. Necesitamos abandonar el concepto material de las cosas por lo espiritual y hacer de todo — aún lavar platos, y esos tediosos menesteres en la oficina — para la gloria de Dios.

¿Por que no despertamos, por que no despierta nuestro entendimiento dormido, a reconocer que mantenemos la Ciencia Cristiana bajo nuestro cuidado, preservándola no sólo para nosotros sino para toda la humanidad? El mundo está siendo abatido por palabras de la televisión, radio y prensa. Necesita sentir la presencia del Cristo. ¿Acaso no es importante que mediante nuestra espiritualidad, a través de nuestro reflejo de la naturaleza divina, el “grato olor de Cristo” debiera ser sentido? Debería ser tan potente en su elevación que obligue a nuestro vecino a preguntarse qué es lo que siente.

Podemos declarar, tal como Pablo lo hizo, “No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. 2 Tim. 1:7. Podemos aceptar este espíritu como natural, el ímpetu del Amor divino. Podemos salir a proclamar su silenciosa influencia que lo penetra todo, y esperar una visible respuesta. ¡Hagámoslo!

La Asamblea Anual concluyó cantando la Doxología.

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