Podemos lograr mejores curaciones cuando ponemos nuestros pensamientos en orden. Uno de los seguidores de la Sra. Eddy recordó lo que ella dijo sobre esto: “Ponga su corazón en armonía con el corazón de Dios. Esto es lo que sana al enfermo. Ponga sus pensamientos en orden. Después de esto se dedica a la práctica sabiendo que no es Ud. el que cura, sino que es el poner sus propios pensamientos en orden”.We Knew Mary Baker Eddy, Tercera Serie (Boston: The Christian Science Publishing Society, 1953), pág. 45;
El poner nuestro pensamiento en concordancia con la esencia de la Verdad, Dios, requiere humildad. Desde un punto de vista mortal, podemos estar acostumbrados a sentirnos autosuficientes. Así que la humildad puede ser necesaria para ceder nuestros conceptos humanos anticipados acerca de las necesidades y medios para sanar, a una perspectiva más espiritual, menos personal. Pero tenemos que hacerlo si queremos lograr mejores curaciones.
Nuestro trabajo de curación mejora a medida que abandonamos el concepto de que somos nosotros, como mortales, los sanadores. Nuestro deseo de apartarnos y dejar que la Verdad se manifieste, nos hace mejores sanadores. Ponemos nuestros pensamientos en orden al asemejarnos más a lo que realmente somos como la manifestación de la Verdad.
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