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La espiritualización del pensamiento por medio de la oración en el trabajo

Del número de junio de 1974 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La oración durante las horas de trabajo es una parte fundamental en la vida de muchos hombres y mujeres responsables. Es posible que muchos de ellos valoren la oración simplemente como un oasis en medio de un día de mucho trabajo, un momento de recogimiento, un escape de la realidad, un refugio contra el mundo. Pero otros encuentran que la oración tiene dimensiones más profundas, dimensiones que exigen espiritualización de pensamiento y acción.

Cuando la oración es tanto del corazón como de la cabeza, eleva el pensamiento y purifica los motivos. En su forma más elevada, sana lo que necesita ser sanado y produce actividad valiosa al revelarnos más de lo que Dios, la Vida divina, es y hace por el hombre.

La influencia que esta oración tiene sobre la vida del común de la gente está indicada en las Escrituras: “La oración eficaz del justo puede mucho”. Sant. 5:16; O como un traductor señala: “La oración de un hombre recto, cuando prosigue en el trabajo, es muy poderosa”. Charles B. Williams, The New Testament in the Language of the People (Chicago: Moody Press, 1972);

A lo largo de su ministerio sanador y salvador, Cristo Jesús mostró los efectos sanadores de la oración que “prosigue en el trabajo”. Lejos de ser un escape de la realidad, la oración como él la enseñó revela lo que es realmente verdadero acerca de Dios y del hombre. En lugar de ser un refugio contra el mundo, nos muestra cómo enfrentar el mal en el mundo y cómo hacer algo constructivo para corregirlo.

En una de sus oraciones por sus seguidores, Jesús dijo: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. Juan 17:15; La oración espiritualmente iluminada no es algo alejado de nuestro mundo; nunca puede estar separada o aislada, porque trata específicamente con el temor y la limitación, la desorientación y otras formas del mal que es necesario desafiar y vencer.

Un estudiante de Ciencia Cristiana vio claramente la importancia de la oración en el trabajo cuando vio que, a pesar de que trabajaba intensamente por largas horas, no podía atender en forma continuada mucho trabajo extra que debía llevar adelante y que tomaba mucho tiempo. Se sintió tentado a pensar que ya no le quedaba tiempo para orar. Sin embargo, siguió orando a Dios tanto en su casa como en el trabajo, especialmente antes de emprender cada tarea. No obstante, los plazos de entrega eran cada vez más cortos y no había solución a la vista.

Fue entonces que una mañana se dijo: “¡Estos plazos tan limitados! ¡Esto es ridículo!” Inmediatamente se dio cuenta de que lo ridículo radicaba en aceptar estos plazos limitados como parte de lo que era realmente verdadero acerca de Dios y del hombre. Muy agradecido oró para ver más claramente que las limitaciones de cualquier índole eran únicamente falsificaciones mortalmente mentales de lo que realmente estaba gobernando y dirigiendo su experiencia.

De repente pensó en lo que significaba una cuerda salvavidas, la soga segura que se tira a alguien en peligro de caerse o ahogarse. Reconoció que la Vida divina lo estaba gobernando realmente. En consecuencia, en lugar de verse agobiado por los plazos limitados, empezó a identificarse con la Vida divina y su apoyo siempre presente.

Vio que nada podía limitar o destruir el apoyo de la Vida eterna, como escribe la Sra. Eddy en Ciencia y Salud: “La Vida es el eterno Yo soy, el Ser que era, y es, y que ha de venir, que no puede ser borrado por nada”.Ciencia y Salud, pág. 290; Reconoció que esta Vida está siempre consciente y siempre expresada en acción que no se puede detener o restringir.

Razonando de esta manera, vio que el hombre creado a la imagen espiritual de Dios, está expresando constantemente inteligencia y Vida. Vio que el hombre no puede desviarse o vacilar porque está asegurado en la Vida eterna. No puede fracasar o caer porque está sostenido por el Amor divino. Identificó más claramente que nunca al hombre con la totalidad y el poder del ser verdadero.

El símbolo de la cuerda salvavidas no era tan perfecto, pero rompió el mesmerismo. Le ayudó a reemplazar el pensamiento agobiante de los plazos limitados con el pensamiento elevado del poder sostenedor de la Vida. Poco a poco le fue posible ir identificando su trabajo y a todos los que estaban relacionados con el trabajo, incluso él mismo, con la actividad inagotable de la Vida, con toda su frescura, espontaneidad y promesa. Desapareció el sentido personal de capacidad e incapacidad a medida que fue cediendo a la verdad de la Vida en acción.

Esto trajo un cambio satisfactorio en la situación. Nuevas ideas vinieron mucho más rápidamente. Aparecieron nuevas formas de llevar a cabo las tareas. Tomó decisiones más rápidamente. Todavía le seguía llegando mucho trabajo, incluyendo el trabajo extra que tenía prioridad, pero la crisis había pasado. Terminó todas las tareas en el plazo establecido y de una manera constructiva y sanadora.

Esta experiencia, que fue la mía, me trajo una nueva perspectiva sobre la importancia de espiritualizar el pensamiento al identificarse uno mismo con la Vida.

Cualquiera que sea la forma de la oración en la Ciencia Cristiana, siempre tiene un propósito sanador que bendice a toda la humanidad. Es una actividad que despierta al que la efectúa, pero que no es egoísta. La Sra. Eddy bellamente lo destaca cuando escribe: “La oración verdadera no es pedir a Dios que nos dé amor; es aprender a amar y a incluir a todo el género humano en un solo afecto. Orar significa utilizar el amor con el cual Dios nos ama. La oración engendra un deseo vivo de ser buenos y de hacer el bien. Hace descubrimientos nuevos y científicos de Dios, — de Su bondad y Su poder. Nos muestra más claramente de lo que antes habíamos visto lo que ya poseemos y somos, y sobre todo, nos muestra lo que es Dios”.No y Sí, pág. 39.

La gente responsable de todos los países del mundo está orando regularmente sobre esta base, tanto en el lugar en que trabajan como en su hogar. Están orando no para escapar de la realidad, sino para descubrir más acerca de lo que es la realidad. Recurren a Dios de esta manera no sólo porque la oración es eficaz sino porque les muestra más de lo verdadero.

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