¿No deseas, a veces, huir de todo el mundo y sólo descansar, pero cuando miras a tu alrededor siempre aparece un problema que te lo impide? Las personas que creíste que eran tus amigos te rechazan, te critican y hasta te eluden. O puede que tengas que presentar un estudio del tema de una novela que acabas de empezar a leer. O tienes que presentar en pocos días un extenso análisis sobre un tema que elegiste y que ni siquiera estás satisfecho con él. Cada actividad que tienes que realizar contribuye a aumentar la tensión en que te encuentras.
Es tentador el deseo de dejar atrás esa tensión o presión y abandonarlo todo y decirte: “¡No hay manera de salir de esto! ¿Cómo puede esperarse tanto de mí? Tengo que salir de este lugar y tomar las cosas con calma”.
Pero tal vez haya un camino mejor que éste.
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