El talento está incluido en la esencia de la que cada uno de nosotros está hecho. El Ser Divino, Dios, se expresa a Sí Mismo en el hombre individual, y cada uno tiene la capacidad inherente para demostrar de una manera individual lo que es el Ser.
El Apóstol Pablo, en la Biblia, habló de “diversidad de dones”. 1 Cor. 12:4; Algunos, dijo, son capaces de expresar el único Espíritu, Dios, como profetas, otros como maestros, otros como sanadores, otros como intérpretes de lenguas. Y dijo: “Nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios”. 3:9;
El Espíritu, Dios, es la Mente infinita. El hombre es la idea infinita de la Mente. El hombre individual expresa la naturaleza ilimitada de la Mente en expresiones ilimitadas de talento. Mas la creencia falsa quisiera limitarnos insistiendo en que somos personalidades materiales finitas cuyo talento depende de una herencia material y biológica. Esta creencia todavía va más lejos y declara que aun en el caso de que hayamos heredado talento, nuestra libertad de emplearlo está limitada por el ambiente y la educación.
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