Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Expresemos la perfecta salud de Dios

Del número de mayo de 1975 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La salud, en realidad, no es más una cuestión de suerte de lo que puede serlo una tabla de multiplicar. La salud no es un don distribuido en pequeñas cantidades. Tampoco es una exclusiva posesión personal que fluctúa de acuerdo con la buena o mala suerte que uno tenga. Es invariable y está en abundancia siempre al alcance de todos.

Siendo la salud una cualidad divina, está en Dios y procede de Él. El Salmista oró para que el rostro de Dios resplandeciera sobre nosotros, “para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación”. Salmo 67:2; Puesto que la salud pertenece a Dios, el Espíritu, tiene que ser perfecta y espiritual; tiene que ser infinita y estar siempre presente con nosotros. El hombre verdadero, espiritual, de quien la Biblia dice que es la imagen y semejanza de Dios, individualiza sin esfuerzo esta cualidad divina siempre presente, la salud.

La Ciencia Cristiana nos revela que la enfermedad no es una condición física; ni tampoco es el resultado de gérmenes o de desórdenes funcionales, como por tanto tiempo se nos ha enseñado a creer. La enfermedad es simplemente, en creencia, una señal física de que la cualidad divina llamada salud se ha vuelto, en nuestra experiencia, temporariamente inactiva, porque hemos aceptado o nos hemos dejado mesmerizar por alguna creencia falsa denominada una determinada enfermedad.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / mayo de 1975

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.