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[Original en francés]

En 1945 sané de asma por medio de la...

Del número de agosto de 1975 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En 1945 sané de asma por medio de la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens.. Había contraído esta enfermedad cuando trabajaba en un lugar saturado de polvo de bauxita que se usa en la preparación del aluminio.

Cuando me incorporé al Ejército en 1939, no era Científico Cristiano, pero en aquel momento empecé a agradecer a mi madre, que era Científica Cristiana, por haberme familiarizado con esta religión y dado cierta comprensión de Dios como Amor divino. La movilización, con todas las consecuencias de la hora, me llevó lejos de mi hogar. No teniendo suficiente instrucción en la Ciencia Cristiana para proteger mi salud mediante la comprensión espiritual, me vi cada vez más afligido por esta dolorosa enfermedad. La prisión que siguió, la soledad y, a veces, el tedio, me llevaron de nuevo a fumar. Esto contribuyó a que el asma se hiciera crónica.

Un día en 1943, obtuve esperanza e iluminación de un libro que el comandante del campo de prisioneros puso en mis manos. Era Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, que la oficina de las Actividades de la Ciencia Cristiana para Tiempos de Guerra me había enviado.

Leí este libro, esta maravillosa obra en la que la Sra. Eddy revela que Dios es Verdad, Amor divino, lo que todos nosotros tanto necesitamos comprender. Especialmente necesitaba este conocimiento en aquellos momentos, dada mi condición, y una gran expectativa del bien se despertó en mí.

La Sra. Eddy en Ciencia y Salud (pág. 379) nos dice: “Si la enfermedad pudiera atacar y dominar el cuerpo sin el consentimiento de los mortales, el pecado podría hacer lo mismo, puesto que ambos son errores, proclamados como socios desde el principio”.

En 1945 regresé a un París liberado. Antes de que se me licenciara legalmente del ejército, el comandante notó mi asma y me dio una caja de tabletas, las que no usé. Había comenzado a comprender que sólo la Mente divina, por medio de la Ciencia Cristiana, podía sanarme.

Empecé de nuevo a asistir a los servicios religiosos de una iglesia filial. Un domingo, durante el servicio, le pedí a Dios que me sanara de esta enfermedad y del hábito de fumar. De regreso a casa tiré todo lo que tenía para fumar y durante los días siguientes pude por fin descansar apaciblemente. El haber vencido el temor facilitó mi curación, y algunas semanas más tarde el asma y el hábito de fumar desaparecieron permanentemente.

Siento una profunda gratitud a Dios por Su Hijo, Cristo Jesús, nuestro Mostrador del camino, y por la Sra. Eddy, que nos ha dado esta maravillosa religión de Verdad y Amor. Sané porque busqué la verdad y encontré el poder sanador.

Estoy muy feliz de ser miembro de La Iglesia Madre y también de una iglesia filial y por tomar parte en actividades que me están dando una magnífica educación espiritual.


Con alegría y llena de gratitud, confirmo el testimonio de mi esposo. Yo también soy miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial y estoy infinitamente agradecida por las bendiciones que recibimos mi familia y yo.

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