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Cómo estudio la Lección-Sermón

Se pidió a varios activos Científicos Cristianos que nos escribieran, diciéndonos cómo estudian la Lección-Sermón semanal del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. A continuación incluimos extractos de algunas de sus cartas.

Cómo estudio la Lección-Sermón

Del número de septiembre de 1975 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Me parece que la forma más eficaz de encarar el estudio de la Lección-Sermón se encuentra en las palabras de la Sra. Eddy en Ciencia y Salud (pág. vii): “Ha llegado la hora para los pensadores”. Es fundamental que nuestro estudio de la lección sea cuidadoso e inquisitivo. Muchas personas se inclinan a leer mucho y a pensar poco. A menos que se use la facultad activa de razonar, no se obtendrá mucho para espiritualizar el pensamiento, lo cual es el propósito primordial de la Lección-Sermón.

En mi propio trabajo con la lección, he encontrado que cambiar afirmaciones en preguntas — tanto de la Biblia como de Ciencia y Salud — activa el razonamiento correcto y trae como resultado una mayor comprensión del tema de la lección. Por ejemplo, una semana en que el tema fue “Vida”, las citas de la Biblia incluían la tan conocida cita de Juan (8:51): “El que guarda mi palabra, nunca verá muerte”. Ahora bien, todo el mundo está verdaderamente interesado en demostrar (¡y muy especialmente para sí mismo!) que se puede vencer la muerte. Mas, ¿cómo podemos alcanzar este estado bienaventurado en el cual la obscura nube de la muerte nunca puede presentarse a nuestra vista y mucho menos a nuestra experiencia? ¡Aferrándonos firmemente al camino y al concepto de la vida a la manera del Cristo! Igualmente, una de las citas correlativas de Ciencia y Salud me hizo pensar en esta lógica pregunta: ¿Cuál debe ser mi convicción para poder percibir las vistas sin trabas de la vida eterna, inmortal, libre de temor, pecado, enfermedad? Y el pasaje que ocasionó la pregunta suministró la respuesta (pág. 90): “El admitir a sí mismo que el hombre es la propia semejanza de Dios, deja al hombre libre para abarcar la idea infinita. Esta convicción cierra la puerta a la muerte y la abre de par en par hacia la inmortalidad”. Únicamente el admitir la verdadera identidad como reflejo nos liberará de la esclavitud y nos dará libertad para demostrar la inmortalidad.

Ahora bien, esta forma de estudiar a base de preguntas y respuestas no es meramente gimnasia intelectual o metafísica, sino que tiende más bien a que no se fomente la manera de leer distraída o desatenta, estimulando el pensamiento del lector. En mi propia experiencia he encontrado que esto es muy útil, es algo así como una especie de trampolín espiritual para razonar mejor y obtener una comprensión más profunda.

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