No como un mortal
que parpadea en la aurora
de una obscura mañana,
Sino como una idea divina
que disfruta de las facultades de la Mente,
mi substancia y mi fuente.
No como un mortal
que hace a tropezones
las tediosas tareas cotidianas,
Sino como una idea divina
que se regocija en la atmósfera del Amor,
— mi Padre-Madre.
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