Pablo y Silas
Azotados, aprisionados,
De cantos y gozo
Llenaron la oscuridad.
Con los pies en el cepo,
Siguieron a su Maestro.
Su canto, a la tierra estremeció,
Rompió cadenas,
Abrió puertas,
Aprisionando al carcelero —
¡Para Cristo!
¿Dónde está la prisión
Que pueda resistir
El ariete
De un alegre corazón?
¡Destronad la oscuridad!
Escapad hacia la libertad —
¡Con una canción!