Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Nuestra protección está asegurada

Del número de diciembre de 1976 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cristo Jesús a menudo demostró el tierno cuidado y la protección de Dios en presencia de aquellos que procuraban destruirlo. Él sabía que su vida y su ser armonioso eran inseparables de su Padre, o Principio divino, que es la Vida eterna — sabía que la existencia no estaba en la materia y, por lo tanto, no podía ser amenazada ni destruida por las circunstancias materiales. Durante toda su carrera Jesús explicó y demostró la perfecta seguridad del hombre bajo la dirección y gobierno de un Padre del todo amoroso, Dios. La prueba que dio Jesús de dominio sobre su ambiente humano es indicadora de una seguridad eterna, científicamente disponible para todos aquellos que lo buscan con un corazón humilde. Mary Baker Eddy explica: “El milagro de la gracia no es milagro para el Amor. Jesús demostró la incapacidad de la corporeidad, así como la capacidad infinita del Espíritu, ayudando así a la conciencia humana errónea a huir de sus propias convicciones y a buscar seguridad en la Ciencia divina”.Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 494;

Una narración ilustrativa en el cuarto capítulo del Evangelio según San Lucas revela el método que Jesús utilizaba para evadir una amenaza directa a su vida y a su seguridad. Sus enemigos, encolerizados por sus palabras, lo sacaron de la ciudad a empujones y lo llevaron al borde de un precipicio para despeñarlo desde allí. Pero el relato asevera que Jesús pasó en medio de ellos y siguió su camino.

El escéptico puede estar tentado a considerar esta aseveración como increíble, si no es que absurda. Preguntará: ¿Cómo pudo un hombre caminar a través de una muchedumbre enfurecida cuyo objeto era destruirlo? De esta experiencia de Jesús podemos aprender la única manera segura de protegernos de la violencia física. La Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Chrischan Sáiens. demuestra que Jesús no reconocía el ser verdadero ni en su propio cuerpo material ni en las personalidades materiales de la muchedumbre que lo rodeaba. Él sabía que el hombre es espiritual, la imagen y semejanza de Dios, Espíritu. Este hombre expresa sólo los pensamientos de la Mente única, Dios. Adhiriéndose a esta clara verdad, el Maestro pudo elevar de tal manera su pensamiento sobre toda creencia en una muchedumbre llena de odio que le fue posible pasar entre aquellos que lo querían destruir, y seguir su camino.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / diciembre de 1976

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.