El Salmista dijo que en lugares deleitosos le caían las cuerdas.
Y, !qué dulce es el camino de obediencia al Espíritu!
Sentir el suave consejo del Alma y su gobierno;
La única decisión es, pues, recurrir a Dios
Y escuchar. Para después hacer Su voluntad.
Fácil no siempre es, cuando el mundo gira con más prisa.
Detenerlo y salir de él, no podemos, aunque así lo deseemos.
Mas pensad firmemente en ser obediente, y sedlo.
Pensad firmemente en la quietud y sentidla.
Pensad firmemente en el gobierno y a él someteos,
Y encontraréis — que no tenéis que correr para permanecer doquiera estéis,
Sino que al caminar por lugares deleitosos, con dulce anhelo,
Tendréis, sí, aquí mismo y ahora,
una hermosa heredad.
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