Me siento lleno de una gran gratitud por...

Me siento lleno de una gran gratitud por la Sra. Eddy cuando leo los testimonios en El Heraldo de la Ciencia Cristiana. Su perseverancia y su amor por la humanidad no tenían límites. Mediante las enseñanzas de la Ciencia Cristiana podemos liberarnos y lograr dominio sobre los sentidos físicos. Es maravilloso cuando uno experimenta por primera vez el poder de la Palabra de Dios, ver cómo se manifiestan en nosotros lo que parecen ser milagros.

Hace algunos años mi suegra se cayó en un piso entarimado y sufrió una doble fractura de la pelvis. En aquella época ella tenía setenta y tres años de edad. El médico predijo que la fractura no sanaría completamente. Sin embargo, nosotros habíamos tenido el privilegio de ver en otras curaciones la verdad de las palabras de Cristo Jesús: “Todas las cosas son posibles para Dios” (Marcos 10:27). Nos aferramos a la verdad de su indestructible unidad con Dios, y después de algunos meses ella comenzó a caminar de nuevo. Justamente después de un año ambos nuevamente, sin ninguna dificultad, empezamos a hacer caminatas por las montañas que duraban de ocho a diez horas. Estuvimos muy agradecidas por esta prueba del cuidado divino.

Yo tuve una curación hermosa en mi trabajo. Un día estaba muy ocupado estampando telas. Después de estampadas, las telas se colocan para secarse en un marco de hierro, el cual es elevado mediante un cable. Al hacerlo, el cable se zafó y el marco de hierro junto con la tela me cayeron sobre la cabeza. Por un momento quedé inconsciente; entonces oí que me llamaban como si fuera desde muy lejos. Al momento volví en sí y me sentí completamente libre. Quise en seguida continuar con mi trabajo. Sin embargo, tuve que ajustarme a los reglamentos legales y quedar bajo observación médica por tres semanas, en las cuales no recibí tratamiento médico ni medicinas. Me sentí feliz de disponer de este tiempo, porque pude hacer mi trabajo metafísico por medio de la oración. Mi curación resultó completa.