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La iglesia en acción

La iglesia en acción

Del número de abril de 1976 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

The Christian Science Journal


Haciendo más evidente la curación

Una iglesia filial hizo planes para celebrar una reunión especial para sus miembros, los alumnos de la Escuela Dominical, y para aquellos que asisten regularmente a los servicios religiosos. El propósito de la reunión era hacer más evidente la actividad sanadora inherente en las reuniones de testimonios de los miércoles.

El tema de la reunión se basó sobre este requerimiento de la Sra. Eddy que se encuentra en la página 149 de Miscellaneous Writings (Escritos Misceláneos): “Invitad a todos cordial y libremente a este banquete de la Ciencia Cristiana, a esta fiesta y rebosamiento del Alma. Rogadles que traigan lo que posean de amor y luz para ayudaros a leudar vuestro pan y rehenchir vuestra escasa provisión. Luego, después que se hayan presentado las distintas ofrendas, y que uno tras otro haya abierto sus labios para expresar y distribuir lo que Dios les haya dado de experiencia, experiencia, fe y entendimiento, recoged los fragmentos y contad las cestas llenas agregadas a vuestro amor, y cuidad de que nada se pierda”.

Fueron considerados ocho diferentes aspectos de la reunión de los miércoles: (1) la preparación devota que cada uno de nosotros puede hacer individualmente; (2) la atmósfera sanadora con que pueden contribuir los ujieres; (3) la música; (4) la lectura de las selecciones desde la plataforma; (5) los anuncios; (6) la oración silenciosa en favor de la congregación; (7) el período asignado a testimonios; (8) recogiendo “los fragmentos”. Fue sugerido que como preparación se leyeran artículos de nuestras publicaciones que trataban sobre estos diversos aspectos, de modo que todos los que asistieran a la reunión especial pudieran venir preparados para contribuir con su inspiración.

¡La reunión fue un gran éxito! El plan era que durara una hora, mas duró dos horas e impulsó a un miembro a decir que aún no había habido suficiente tiempo. “¡Fue muy buena y activa!”, dijo.

Animados por esta reacción, los miembros de la iglesia programaron otra reunión a celebrarse seis meses más tarde, y que mostraría los frutos alcanzados. Esta reunión ya ha tomado lugar y las ideas compartidas en ella incluyen las siguientes:

— Lo que hace en realidad que la reunión de los miércoles sea sanadora es: el grado de cristianismo en el pensamiento de la congregación, su preparación espiritual, y su devoto apoyo e inspiración.

— Los ujieres no sólo reciben a la gente; armados de percepción a la manera del Cristo, contemplan y afectuosamente dan la bienvenida al hombre como el hijo de Dios, la idea espiritual.

— La música fue considerada como aportando una atmósfera sanadora a la reunión, al expresar belleza, fortaleza y armonía. Un miembro comparó los himnos con oraciones. Otro mencionó que los poemas de la Sra. Eddy que aparecen en nuestro Himnario son en realidad sermones sobre la Ciencia Cristiana.

— Podemos esperar que la lectura de las selecciones en las reuniones vespertinas de los miércoles efectúen curaciones ya que esta lectura establece la ley divina omnipotente y las reglas para demostrar esta ley. Una congregación receptiva y activa hace evidente la presencia sanadora del Cristo. (Un miembro mencionó que en cierta ocasión fue a la reunión sintiéndose muy enferma. No estaba segura si le sería posible quedarse. Hizo un esfuerzo valeroso por escuchar cada palabra de la lectura y apoyar el mensaje porque era la Palabra de Dios. Mantuvo firme su pensamiento en el mensaje, sin desviarse. Puso de lado todas las sugerencias de temor y malestar; y al finalizar la lectura había sanado.)

— Los anuncios fueron considerados como invitaciones de la iglesia a la comunidad. La levadura que activa estos anuncios en los corazones de los oyentes es el amor que ponemos en ellos al ser leídos — es el devoto apoyo que damos a cada uno y la fe que abrigamos de que estas invitaciones serán aceptadas por la comunidad.

— La oración silenciosa en la iglesia nos ofrece la oportunidad de tornarnos fervientemente a Dios, afirmando que nada puede privar a la congregación de sentir Su presencia y de responder a Su palabra sanadora.

— Para conservar la calidad inspiradora de sus testimonios y así alcanzar “el pináculo de la alabanza” del cual habla la Sra. Eddy en el Manual de la Iglesia, Ver Man., Art. VIII, Sec. 24. los miembros se están esforzando por expresar claramente cómo la Ciencia Cristiana efectuó la curación, evitando recitar un sinnúmero de vagos detalles personales.

— Escuchando atentamente y también con aprecio, nosotros podemos recoger “los fragmentos” y reconocer el valor de cada pequeña migaja de la verdad. Esta actitud de reconocimiento y aprecio por cada evidencia del bien en nosotros y en los demás, nutre ese bien y provee una atmósfera sanadora en la cual puede crecer y expanderse.

No es de extrañarse entonces de que en las reuniones de testimonios de esta iglesia filial se escuchen ejemplos de ¡admirables curaciones!

Un merecido homenaje a una buena instrucción en la Escuela Dominical

Durante una reunión celebrada en Escocia sobre el tema “El gozo de la curación”, a cuya primera sesión todos los adherentes a la Ciencia Cristiana pudieron asistir, el presidente de la misma explicó los requisitos específicos necesarios para poder asistir a la segunda sesión a celebrarse el día siguiente.

Para poder asistir a la sesión del segundo día uno debía ser miembro de La Iglesia Madre, de una iglesia filial o sociedad, o de una organización universitaria de la Ciencia Cristiana. Era menester haber recibido instrucción en clase de la Ciencia Cristiana, y estar dedicando metódicamente cierto tiempo a la práctica pública.

“Después de la reunión,” comentó el presidente, “un caballero se me acercó y me dijo: ‘Yo en verdad no lleno los requisitos [para asistir a la segunda sesión]. No soy miembro de La Iglesia Madre. No soy miembro de una iglesia filial, y todavía no he recibido instrucción en clase primaria. Pero,’ dijo, ‘estoy haciendo un poco de trabajo de curación. Tengo algunas cosas que deseo preguntarle acerca de la práctica pública. ¿Puedo venir a verlo mañana?’

“‘Por cierto,’ le respondí. De ningún modo me fue posible resistir esta propuesta de un miembro de la Escuela Dominical, ¡que contaba nueve años!

“Al hablar con él al día siguiente descubrí que estaba haciendo un buen trabajo de curación para sí mismo y para su familia — y esto él lo consideraba como algo enteramente natural”.

Testimonios más útiles

Es inspirador saber cómo sana la Ciencia Cristiana. Por eso es tan importante que las personas que envían testimonios para ser publicados en las publicaciones periódicas incluyan una explicación completa de cómo se logró la curación en una forma que la persona que empieza a interesarse en la Ciencia Cristiana pueda comprender.

Si usted ha tenido una curación física convincente por haberse apoyado totalmente en Dios como lo enseña la Ciencia Cristiana, deseamos alentarlo a que comparta algunas de las declaraciones de verdad que lo han inspirado. Lo que necesitamos es una clara explicación que le muestre al lector el cambio de pensamiento que produjo la curación.

Útiles sugerencias de cómo escribir su testimonio e instrucciones específicas de cómo someterlo (junto con la verificación necesaria), pueden hallarse en nuestro folleto “Guía para los colaboradores de las publicaciones periódicas”. Este folleto está disponible en español, francés, alemán, portugués, e inglés. Si desea un ejemplar gratis, puede escribir a:

The Christian Science Publishing Society
Journal, Sentinel, and Herald
Editorial Department
One Norway Street
Boston, MA, U.S.A.02115

Las personas que escriben artículos y poemas para el Journal, Sentinel, y el Heraldo — así como artículos religiosos para la página The Home Forum del Monitor— deben ser miembros de La Iglesia Madre. Pero no es menester ser miembro para enviar un testimonio de curación por la Ciencia Cristiana. Los testimonios son bienvenidos no sólo de aquellos que son miembros sino también de los que aún no se han afiliado a La Iglesia Madre.

Todas las colaboraciones que se aceptan para su publicación pasan a ser propiedad exclusiva de La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana.

[Extractos compilados de la sección “Church in Action” del The Christian Science Journal. ]

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