Al disciplinar y educar a los hijos es útil que los padres recuerden que el hombre verdadero es hijo de Dios y que posee una herencia de salud, pureza y amor ilimitados. La Sra. Eddy escribe: “En la Ciencia el hombre es linaje del Espíritu. Lo bello, lo bueno y lo puro constituyen su ascendencia ... El Espíritu es la fuente primitiva y última de su ser; Dios es su Padre, y la Vida es la ley de su existencia”.Ciencia y Salud, pág. 63;
La pretensión opuesta — la pretensión de un falso concepto del hombre llamado un mortal — se encuentra en el libro de Job. “El hombre nacido de mujer, [es] corto de días, y hastiado de sinsabores”. Job 14:1; Es este concepto mortal lo que el mundo intenta mantener en nuestro pensamiento y experiencia como la identidad verdadera de ambos, padre e hijo. Mas el hombre espiritual, el único y verdadero, no es “nacido de mujer”, no es concebido y formado humanamente, ni apesadumbrado por el limitado pensamiento del mundo. El hombre es la idea de Dios. Su único progenitor es el Padre-Madre Dios, y su única herencia es el universo espiritual, el universo del desarrollo, la salud, la oportunidad, el amor y la libertad, ilimitados. En nuestra experiencia humana podemos sentirnos seguros, sanos y en paz conociendo y aplicando persistentemente estas verdades espirituales.
El Padre divino, que creó al hombre, nunca podría tratarlo con crueldad o permitir que sea menos que perfecto. El Padre siempre está con el hombre porque el Padre es omnipresente. El hombre está a salvo en la presencia de Dios.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!