Cuando conocí la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. tenía un problema. Se me habían formado en las piernas grandes manchas negras que los médicos no sabían lo que eran. Me hicieron toda clase de análisis sin ningún resultado. Mi desesperación era grande. Viéndome así, un hermano mío me dijo: “Tú te curarás cuando estudies Ciencia Cristiana”.
Y así fue que comencé a leer Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy, junto con la Santa Biblia, y a concurrir a los cultos dominicales y a las reuniones de los miércoles de una iglesia filial donde los testimonios me alentaron mucho. En poco tiempo aquel problema físico desapareció. Desde entonces he tenido muchas demostraciones del Amor divino en mi hogar, con mis hijos y familiares. Todos han acogido el bien que Dios da, bien que llegamos a comprender como algo natural a medida que nos acercamos a esta Ciencia divina.
En El Heraldo de la Ciencia Cristiana (edición en español) de noviembre de 1973, leí algo que hizo destacar el hecho de que no debemos sentir temor de relatar a otros las victorias de la Verdad, y que es bueno mantener nuestros testimonios al día siempre que sea posible.
Hace poco recibimos una gran demostración del Amor divino en el caso de mi madre, aunque ella no es Científica Cristiana. Tuvo una caída y al levantarse volvió a caer quedando lastimada, con lesiones y dolar en todo el cuerpo. En cuanto me enteré de esto negué todo el error, y la vi como la idea perfecta de Dios, y luego llamé a una practicista de la Ciencia Cristiana pidiéndole ayuda metafísica. Mi madre se recuperó enseguida y no sintió más dolor. Pero lo más maravilloso de esta curación fue que mi madre, quien tiene más de ochenta años, había tenido una pierna paralizada hacía lo menos seis o siete años. ¡Cuánta sorpresa y alegría fue para nosotros notar que su pierna rígida se movía! La pierna volvió a la normalidad. ¡Así es el poder de Dios! Ahora camina perfectamente. Recibió la gracia de Dios por medio de la oración y el trabajo metafísico, y ella acepta que su curación se produjo por su fe en Dios, y por su amor a Él por lo que le he dicho acerca de la Ciencia Cristiana.
Doy gracias a Dios por el Mostrador del camino, Cristo Jesús. Para mí no hay otro camino que el que Jesús nos enseñó. Estoy agradecida a la Sra. Eddy por esta maravillosa revelación. Deseo expresar mi gratitud por ser miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial, y por la pronta ayuda de los practicistas.
Montevideo, Uruguay
