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Dios gobierna

Del número de mayo de 1976 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

The Christian Science Monitor


En muchos momentos tensos en la historia, cuando las fuerzas del mal parecen sobreponerse al bien, hombres y mujeres han probado la eficacia de la oración iluminada, oración que reconoce a Dios como el bien infinito, el Supremo Soberano del universo, incluso el hombre. Ellos han demostrado la presencia sanadora y redentora de Dios. Este poder y presencia siempre sostiene a aquellos que se apoyan en la Verdad, que persistentemente reconocen a Dios como el único creador y gobernador del universo, que superan la creencia en una existencia material y aceptan una vida y un universo que es completamente espiritual, y expresan la perfección de Dios, estando enteramente bajo Su gobierno. El Salmista gozosamente reconoció que “de Jehová es el reino, y él regirá las naciones”. Salmo 22:28;

Cristo Jesús, y después de él los sinceros cristianos de la Iglesia primitiva, trabajaron en épocas turbulentas, y frente a enormes dificultades. A pesar de que el despotismo de Roma reclamaba caracterizar e influir profundamente el ambiente en el cual vivía el autor de la Primera Epístola a Timoteo, parece que él percibió que aquellos a quienes se les ha encomendado los asuntos de los gobiernos humanos, a menudo necesitan un apoyo especial por medio de la oración. “Exhorto,” escribió, “ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad”. Luego añade: “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. 1 Tim. 2:1–4; ¿Qué razón mejor puede haber para orar que aquella de “que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”?

La Ciencia Cristiana sigue fielmente las enseñanzas de la Biblia. Explica que Dios es la Mente divina, el único legislador. Dios es el origen de todo ser verdadero, y el hombre es la imagen y semejanza espiritual de Dios, que expresa, en su ser verdadero, la inteligencia y bondad de Dios. Cuando oramos, podemos reconocer que bajo el gobierno de Dios todo se desarrolla armoniosamente, que todo está gobernado por la ley divina. Todas las ideas de la Mente divina expresan progresión infinita, desarrollo constante del bien y el cumplimiento del propósito de Dios.

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