Hay una pregunta
que hacerte deberás
y tardar no debieras.
Y es ésta:
"¿Deseo realmente
encontrar y sentir nuevamente
la verdad renovante
de la Ciencia Cristiana
— dejarme absorber por esta luz —
más que perder las tinieblas
del dolor, el pesar,
la aflicción, el odio?”
Pregúntate pronto.
He visto
vidas liberadas
como resultado
de una respuesta correcta
a esa pregunta.