Tu imagen en el espejo
Es tu réplica.
No puede fluctuar ni cambiar,
Dársele vuelta
Ni volver a arreglar,
Ni de la vista desaparecer.
Así, tú, como reflejo del Amor,
No afectado por el sueño de Adán,
Tan sólo puedes reflejar a Dios,
A la semejanza de Su ser.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!