¿No tiene trabajo, o se siente frustrado en un empleo que no ofrece oportunidades para el progreso? ¿Piensa que no hay oportunidades a la mano, y que la puerta de su progreso está herméticamente cerrada? Si usted no ha tenido éxito al tratar de salir de esa situación, la Ciencia Cristiana le puede mostrar una salida para la dificultad. La Sra. Eddy asegura en Ciencia y Salud: “Si trabajáis y oráis con móviles sinceros, vuestro Padre os abrirá el camino”.Ciencia y Salud, pág. 326;
Cuando enfrentamos cualquier problema, nos podemos volver naturalmente hacia Dios. La Ciencia Cristiana enseña que Dios es la fuente omnipresente de todo bien, y que este bien siempre presente, inmutable, espiritual, está siendo impartido continuamente al hombre. Podemos demostrar la unidad del hombre con Dios, y recibir las bendiciones que trae esta unidad, por medio de la oración del pensar correcto. Reconocer nuestra unidad con la fuente divina es estar cada día ante el umbral de las oportunidades divinamente otorgadas.
Nunca podemos estar separados de la oportunidad cuando vemos que el hombre es la expresión incesante y activa de Dios. La oportunidad de demostrar la bondad de Dios jamás es transitoria o incierta. El bien nunca se desvanece; está siempre tan presente como nuestro verdadero ser.
La Sra. Eddy escribe: “Mi fe en Dios y en Sus seguidores descansa en el hecho de que Él es el bien infinito, y que Él da a Sus seguidores la oportunidad para usar sus virtudes latentes, para poner en práctica el poder que permanece escondido en la calma y que las tormentas despiertan al vigor y a la victoria”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 204;
La falta de empleo no debiera impedirnos de aprovechar las oportunidades que se presentan de momento a momento para expresar las cualidades divinas de creatividad, inteligencia y utilidad. Dios, la Mente, le da a Su creación, el hombre, incontables ideas correctas. Las circunstancias materiales, aunque parezcan sombrías, no nos pueden privar de la oportunidad de poner en práctica ideas inspiradas. De este modo, empezamos a vencer las limitaciones del sentido material.
Al mirar más allá del cuadro que presentaba el sentido material, Cristo Jesús estaba constantemente consciente de las oportunidades inmediatas para lograr el bien. Dijo a sus discípulos: “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega”. Juan 4:35; Jesús reconoció y aprovechó tan consecuentemente las oportunidades para elevar y sanar que llegó a ser el Mostrador del camino para la humanidad.
La Sra. Eddy también estaba consciente de la demanda moral para aprovechar cada momento. Ella dice: “Una oportunidad perdida, es la mayor de las pérdidas”.Miscellany, pág. 12. Como ella percibió las oportunidades que Dios le había dado y las aprovechó, estuvo preparada, cuando descubrió la Ciencia Cristiana, para ser su Fundadora y Guía. Nuestra vida será también mucho más progresiva y productiva a medida que anulemos las sugestiones mentales agresivas que dicen que nuestras oportunidades son limitadas.
Tuve la oportunidad de probar esto cuando las circunstancias me obligaron a abandonar mis estudios posgraduados y me encontré sin actividad o ingreso. Yo podía enseñar, pero esto sucedió durante la época en que se decía que había exceso de profesores. El período de clases ya había empezado, y algunos profesores me dijeron que iba a ser prácticamente imposible encontrar empleo en ese momento porque había cientos de aspirantes para cada empleo.
Empecé a afirmar mi ilimitada aptitud como reflejo de la Mente siempre activa. Razoné que yo no era una víctima de circunstancias limitativas. Vi que la oportunidad de demostrar el bien no era un incidente de suerte así como tampoco tenía ninguna relación con la creencia mortal referente al exceso de profesores. Entendí que mi progreso justamente consistía en la actividad espiritual y que mi empleo radicaba en la preparación espiritual. Reconocí las aptitudes que Dios me había dado y mi disposición para expresarlas.
Pronto me ofrecieron un cargo temporario para enseñar en una escuela pública de una gran ciudad, que me permitió desarrollar una buena actividad y obtener los ingresos que necesitaba. Dos meses más tarde obtuve un excelente puesto permanente en una escuela que quedaba en las afueras de la ciudad.
Verdaderamente esto fue una prueba de que la oportunidad nunca se aleja de nosotros, sino que está siempre presente para bendecirnos. Si llegamos a percibir claramente la verdad inmutable de que ninguna circunstancia nos puede separar ni en lo más mínimo del bien o de la oportunidad de hacer el bien, podemos demostrar que el hombre tiene un propósito inteligente y que, como resultado, tiene provisión abundante.
La Ciencia Cristiana ha traído a la humanidad la oportunidad de aprender la verdad sobre Dios, el hombre y el universo. Conocer a Dios correctamente es nuestra más grande oportunidad e incluye todas las otras oportunidades.
