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Cómo enfrentar al terrorismo

Del número de marzo de 1977 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

The Christian Science Monitor


La incidencia de la violencia en tiempos recientes asombra a todos los hombres y las mujeres decentes. La estadística y el horror al terrorismo — nacional e internacional — aumentan.

¿Podemos hacer algo contra el terrorismo? La respuesta es que sí. Podemos orar, basándonos en que Dios, la única Mente divina, lo gobierna todo. Nuestra continua oración diaria por el mundo puede ayudar a guiar el pensamiento para que entienda las profundas implicaciones de la situación humana que necesita ser sanada. Nuestro trabajo de oración, firmemente establecido, puede llevar a un esfuerzo significativo y conjunto para detener el terrorismo. Los especialistas, se nos dice, consideran que el terrorismo es el arma de los débiles. Lo ven como una guerra sicológica en la cual la meta de los terroristas es paralizar mentalmente a millones de personas por medio del temor.

El hecho básico es que el terrorismo es una actitud mental que sólo puede ser detenida eficazmente dominando el temor en el pensamiento mundial antes de que dicho temor se manifieste en un acto de barbarie.

La Sra. Eddy define el “temor” en el Glosario de Ciencia y Salud como “calor; inflamación; ansiedad; ignorancia; error; deseo; cautela”.Ciencia y Salud, pág. 586;

Podemos tratar el problema del terrorismo con eficacia dándonos cuenta de la falsedad de cada una de estas fases del temor. Podemos estar seguros de la totalidad y la omnipotencia de la Mente única, Dios, el bien y, por lo tanto, de la nada y la impotencia de la materia y de las creencias materiales.

Todas las fases del magnetismo animal que estamos presenciando en el aumento cada vez mayor del terrorismo y de la violencia, tienen un denominador común — la mente en la materia. Este error traerá como resultado mayor maldad si no se lo enfrenta. Podemos detener el terrorismo desenmascarando la falsedad de las pretensiones de la mente mortal, o el pensamiento mundial imperante, sobre la base del Dios único, que es Amor divino, y tenemos que empezar a ver que el error es nada. Si el error parece estar armado con el “arma de los débiles”, podemos desarmarlo y vencerlo con “las armas de nuestra milicia [las cuales] no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”. 2 Cor. 10:4;

Todos los que se han alistado para aminorar el mal en cualquiera de sus distintas formas deben tener el deseo de unirse a la lucha contra el terrorismo. Y obtendremos la victoria en esta lucha cuando nos demos cuenta de que no es una lucha contra unos cuantos grupos de gangsters nacionales o internacionales, sino más bien una lucha contra las obras del pensamiento material mundial y su creencia en el mal y su temor a éste. La Biblia dice que “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo”. Efes. 6:12;

El escenario de la guerra contra estas influencias erróneas no debe limitarse al campo de los armamentos físicos y los argumentos políticos. Tenemos que proyectar la luz de la Mente siempre presente y omnipotente sobre el caos y la oscuridad del sentido mortal para ayudar a sanar la situación.

Podemos orar y saber diariamente que “ninguna mente mortal tiene poder, derecho o sabiduría para crear o destruir”, como dice la Sra. Eddy. Y continúa: “Todo está bajo el dominio de la Mente única, o sea Dios”.Ciencia y Salud, pág. 544.

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