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Para que cada culto sea sanador

Del número de marzo de 1977 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La actividad sanadora de Cristo Jesús formaba parte integral de su vida. Sanó a muchos mientras iba de una ciudad a otra y efectuó curaciones mientras predicaba. La Sra. Eddy escribe: “Jesús estableció su iglesia y mantuvo su misión sobre la base espiritual de la curación por medio del Cristo. Enseñó a sus seguidores que su religión tenía un Principio divino, que echaría fuera el error y sanaría tanto al enfermo como al pecador”.Ciencia y Salud, pág. 136;

Para Jesús, la curación era natural. También era vital, porque demostraba la verdad que él enseñaba acerca de Dios y del hombre. Si una Iglesia de Cristo, Científico, ha de relacionarse con las necesidades de la humanidad, debe seguir el ejemplo sanador del Maestro. Todas sus actividades, especialmene sus cultos, debieran espiritualizar el pensamiento y sanar. Cuando se hace esto, la gente no puede sino beneficiarse al concurrir a la iglesia.

Hoy en día, es posible que algunos se pregunten si el trabajo sanador de las Iglesias de Cristo, Científico, se está realizando con tanta eficacia como antes. Por cierto que no hay razón alguna para que no sea así, puesto que nuestro pastor impersonal, la Biblia y el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, es el mismo. Si los miembros de una iglesia no están haciendo el trabajo sanador que ellos sienten que son capaces de realizar, ¿qué puede hacerse para que se efectúe el cambio necesario? Esta pregunta básica que se hace uno a sí mismo, podría ser un buen comienzo: ¿Estoy realmente orando para la iglesia, para atestiguar el efecto sanador de los cultos de la iglesia? Si respondemos que no, o si no estamos seguros de cómo debemos orar, esto indica dónde deben empezar nuestros esfuerzos en pro de la iglesia.

En algunos aspectos, orar por los cultos de la iglesia es similar a orar por alguien. Nuestra tarea es comprender y afirmar la verdad acerca de la Iglesia, que es una idea divina. Pero también debemos descubrir y negar la supuesta realidad de las creencias específicas del Iglesia, que quisieran falsificar o negar el concepto verdadero y espiritual de Iglesia, estorbando así la misión sanadora de nuestra iglesia. De esta manera podemos orar, o dar un tratamiento de Ciencia Cristiana, para nuestra iglesia y sus cultos, de la misma manera que daríamos tratamiento a una persona.

La iglesia, como organización humana, manifiesta el pensamiento general de sus miembros. Si el pensamiento de los miembros no está basado en las verdades espirituales de Iglesia — su universalidad y permanencia — entonces el progreso de la iglesia es posible que se detenga. La Iglesia, que manifiesta a Dios, posee fortaleza espiritual, la unidad del Amor, la clara dirección de la Verdad, el gobierno eficaz del Principio. Si un miembro tiene pensamientos opuestos sobre su iglesia, esto tiende a limitar la influencia sanadora de ésta. No se ora para cambiar una iglesia material, limitada, o cambiar el modo de pensar de los otros miembros, sino para que nuestro pensamiento esté más en armonía con el verdadero concepto espiritual de Iglesia. Cada miembro es responsable de su manera de pensar. Lo importante es cómo responde a los pensamientos que se le presentan. Las falsas sugestiones que pueden presentarse — argumentos de división o estancamiento — deben rechazarse inmediatamente.

Por ejemplo, puede surgir el argumento de que los cultos de la iglesia no tienen el poder sanador de épocas anteriores. Para contrarrestar esta sugestión, debemos saber que estos cultos siempre expresan la Verdad infinita. La Verdad es irresistible, todopoderosa. Su poder espiritual es eterno, ilimitado, y no disminuye. Tiene hoy tanto poder como lo ha tenido siempre, y este poder sana. El poder de la Verdad, Dios, nunca disminuye; por lo tanto el poder de la Iglesia, la manifestación de la Verdad, nunca ha disminuido. Esta mentira sobre la disminución de la eficacia sólo puede reclamar validez si los miembros no la enfrentan.

Es posible que a veces surja la pretensión de que la Lección-Sermón en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana ayuda a algunas personas, y no a otras. Pero la comunicación no consiste en llegar a una mente mortal, limitada. La Sra. Eddy escribe: “La comunicación va siempre de Dios a Su idea, el hombre”.ibid., pág. 284; Las ideas inspiradoras expresadas en la Lección-Sermón son ideas de la Mente divina, y el hombre refleja la Mente divina. La Mente comunica su propia totalidad; le habla a cada uno de nosotros por medio de la Lección-Sermón. Al identificarnos como ideas de Dios, preparamos nuestro pensamiento para recibir el mensaje inspirador de la lección.

Los miembros de la congregación no dependen de una mente personal y finita para comprender la idea expresada, sino de la omnisapiente Mente divina. Jamás hay separación entre la Mente y su amada idea, el hombre.

La modorra, la pesadez, la falta de atención quisieran quitarnos el bien espiritual que se recibe de la Lección-Sermón. Por supuesto, los Lectores tienen la obligación de presentar el culto de manera animada y vivificante. Además, se debe percibir que el hombre, como la expresión de la Vida, siempre es activo, siempre está despierto, constantemente alerta. En realidad, no hay ni mentira de la mente mortal que nos arrulle para que durmamos, ni pretensión mortal que embote nuestros sentidos espirituales. El hombre refleja la eterna vivacidad y espontaneidad de la Vida.

La atmósfera del culto es más animada cuando percibimos que está impulsada por el Espíritu, Dios, La palabra “espíritu” se usa a menudo para expresar un sentido de actividad. En la atmósfera del Espíritu divino no hay lugar para la pesadez o la modorra. El poder del Espíritu — al comprenderlo — echa fuera y aniquila totalmente tales tendencias en los cultos. Sentimos la influencia del Espíritu a medida que cada uno se identifica como idea del Espíritu.

Sea cual fuere la pretensión de la mente mortal, puede silenciarse inmediatamente. Podemos reemplazar la falsa pretensión con las verdades específicas de Dios y Su creación que invierten y anulan el engañoso cuadro material, trayendo la curación.

Esta oración para la iglesia no se realiza primordialmente para beneficiar al que ora. Bendice a toda la congregación. Esencialmente, lo que está sucediendo es la espiritualización de nuestro concepto de actividad de iglesia. Es una buena oportunidad para ser desinteresados y formar parte, de manera constructiva, en la demostración colectiva de la verdadera Iglesia. Lo que se está buscando, en cierto sentido, es lo que ocurrió el día de Pentecostés, como se describe en el segundo capítulo de Hechos. Ver Hechos 2:1–4; Aquí los discípulos estaban “unánimes”, y “llenos del Espíritu Santo”, espiritualmente elevados. Cuando todos oran para el mismo fin, el resultado inevitablemente es la inspiración espiritual.

Al orar por la iglesia, jamás debemos ignorar las pretensiones que el mal, el magnetismo animal, quisiera hacernos creer. Cuando se presenta una falsa sugestión, podemos invertirla viendo y afirmando la verdad espiritual absoluta que específicamente contrarresta la sugestión.

A medida que todos oremos con mayor constancia y eficacia para los cultos de la iglesia, habrá más curaciones. La oración puede traer curaciones notables como las que se mencionan en los evangelios, o como lo ocurrido a Pedro, que aparece en Hechos 12. Aquí los miembros de la iglesia, como grupo, oraron por Pedro, que estaba preso. El resultado fue su liberación por “un ángel del Señor”.12:7.

Todos pueden liberarse de la esclavitud que los aprisiona, de la mala salud, la escasez, la indecisión, por medio de los mensajes divinos que Dios nos envía a través de los cultos en la Iglesia de Cristo, Científico.

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