Reconociendo que el hombre tiene un refugio eterno en el Alma, Jesús dijo: “Nadie os quitará vuestro gozo”. Juan 16:22;
La alegría le es tan natural al hombre verdadero, al hombre creado a la semejanza de Dios, como lo es el perfume a las flores. La alegría armoniza y embellece la vida, dándole calor y matices radiantes. La alegría es una cualidad del Alma que el hombe espiritual posee como reflejo del Alma. No es algo que se adquiere fuera de nosotros; no depende de ninguna persona, circunstancia, lugar o cosa; es algo que se desarrolla desde dentro del corazón.
La Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) nos enseña que el hombre real no está sujeto a repentinos cambios de la alegría a la depresión, ni que es juguete de circunstancias fortuitas, dado que él siempre está en su lugar correcto — en la Mente eterna — siempre reflejando a su amado Padre-Madre, Dios. Esta nueva comprensión transforma la vida humana y con ello viene una manifestación de alegría que permanece constantemente.
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