La infinita perfección de todo ser está establecida para que perdure a través de toda la eternidad. ¿Es esto fatalismo? No. La Biblia nos asegura: “Dijo Dios: Hagamos al hombre... a nuestra semejanza; y señoree... en toda la tierra... Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera”. Gén. 1:26, 31; Esto no es algo que sucedió hace tiempo y allá lejos, para luego dejarnos seguir solos. Diariamente podemos estar seguros de que nuestro Padre, Dios, que es Espíritu, Mente divina, nos ha dado dominio y que cada día es el continuo desarrollo del bien.
La Ciencia Cristiana sostiene que el plan eterno de la perfección infinita está presente aquí y ahora, siempre nuevo y activo. Cada una de las ideas de la Mente — el hombre y toda la creación — tiene el lugar que Dios le ha dado en este plan. La Sra. Eddy señala en Retrospección e Introspección: “Cada individuo debe llenar su propio nicho en el tiempo y en la eternidad”.Ret., pág. 70;
No hay nada estático en lo referente a ese nicho. ¿Hubo alguna vez alguien más activo que Cristo Jesús? Con cuánta perfección cumplió la voluntad de su Padre, probando así, sin ninguna duda, su derecho a ser llamado el Hijo de Dios. Y nosotros hemos sido llamados por el apóstol Pablo: “Herederos de Dios y coherederos con Cristo”. Rom. 8:17; ¡Piense en esto — no somos pecadores miserables o mortales desorientados sino “herederos de Dios”! Ésta es nuestra verdadera condición.
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