En el Salmo 29 (versículos 1, 2) leemos: “Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos, dad a Jehová la gloria y el poder. Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; adorad a Jehová en la hermosura de la santidad”.
Al encontrarme con un fuerte dolor en la cintura que me impedía levantarme cuando me sentaba, tomé la Santa Biblia y empecé a leer el libro de los Salmos para darle gracias a Dios, pero el dolor persistía. Fui a visitar a una practicista de la Ciencia Cristiana para que me ayudara por medio de la oración. Con sólo un tratamiento el dolor desapareció por completo.
¡Cómo puedo dejar de dar gracias a Dios por esa bendición y por tantas otras demostraciones de Su cuidado que recibo todos los días! He tenido muchas demostraciones del poder del Amor divino para sanar.
Un día mientras cocinaba, me cayó un poco de aceite hirviendo en un pie; sentí un fuerte ardor, pero en ese mismo momento negué el error declarando la verdad de que mi vida está en Dios y el hecho espiritual de mi semejanza con mi Hacedor, y todo quedó en la nada.
Estoy muy contenta y feliz por haber conocido la Ciencia Cristiana que es para mí el tesoro más hermoso y más valioso.
Le doy gracias a Dios por Su gran bondad. Estoy agradecida por ser miembro de La Iglesia Madre y por la dedicación de la Sra. Eddy para fundar la iglesia y dar al mundo esta eficaz verdad sanadora ilustrada por Cristo Jesús.
Montevideo, Uruguay
