Para los miembros de una pequeña iglesia filial éste era un punto decisivo. Los planes tentativos para remodelar el edificio de la iglesia habían sido diseñados y las primeras ofertas fueron inesperadamente costosas, dejando a los miembros confusos y sin saber qué hacer.
En lugar de enredarse en razonamientos humanos, ya fuera en favor o en contra del proyecto, los miembros adoptaron un programa de estudio que alentó a cada miembro a descubrir las cualidades que la Sra. Eddy requería y esperaba en La Iglesia Madre y sus filiales. Notaron en especial las oraciones de ella para las iglesias.
Un extracto de una carta de la Sra. Eddy a una iglesia filial declara sucintamente la razón para emprender el programa de estudio: “El éxito laudable de esta iglesia, y sus esfuerzos unidos para erigir un edificio en el cual venerar al infinito, surgió de los templos edificados primero en los corazones de sus miembros — el amor desinteresado que edifica sin manos, eterno en el cielo del Espíritu. Dios permita que esta unión perdure, y que continúen edificando, reedificando, adornando y llenando estos templos espirituales con gracia, Verdad, Vida y Amor”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 195.
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