“Jesús les dio a sus discípulos (estudiantes) poder sobre toda clase de enfermedades; y la Biblia fue escrita para que todas las personas, en todas las épocas, tuvieran la misma oportunidad de hacerse estudiantes del Cristo, la Verdad, y así estar investidos de poder divino (el conocimiento de la ley divina) y de las ‘señales que lo acompañan’ ”. The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, por Mary Baker Eddy, pág. 190.
En 1977 — y por primera vez en un solo año — se distribuyeron 400 millones de ejemplares de las Escrituras en 150 países, de acuerdo con las cifras difundidas por la Sociedad Bíblica Americana.
Fundada en 1816 como una organización no sectaria, la Sociedad Bíblica Americana trabaja en colaboración con 59 Sociedades Bíblicas para poner la Biblia al alcance del mayor número de personas al costo más bajo posible.
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