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A principios de 1977 nuestra hija se cayó mientras jugaba, y todo...

Del número de diciembre de 1979 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


A principios de 1977 nuestra hija se cayó mientras jugaba, y todo indicaba que se había fracturado un brazo. A pesar de que sentía mucho dolor, pudimos tranquilizarla y acostarla asegurándole que Dios amaba a todos Sus hijos. Comprendimos que la oración científica sería el tratamiento más eficaz para la niña. Ella respondió al amor de Dios para con ella haciendo un sincero esfuerzo por declarar su verdadera libertad de toda clase de condiciones materiales, y esa noche pudo dormir bien.

Tanto su papá como yo oramos diligentemente para obtener una visión más clara de la identidad espiritual de la niña, su única identidad verdadera, la cual incluye perfección, armonía y existencia exenta de dolor. Llamamos a una practicista de experiencia de la Ciencia Cristiana para que nos apoyara con sus oraciones. Descubrimos muchas cosas que teníamos que corregir: temor respecto a creencias médicas, recuerdos de situaciones similares y temor de que como padres no pudiéramos hacerle frente a la situación.

A medida que fuimos percibiendo más claramente el todo poder de Dios y la habilidad del hombre para reflejar este poder, la niña respondió deseando participar más de las actividades diarias normales. El tercer día ya ella podía escribir y hacer sus tareas de la escuela con ese brazo, y al sexto día regresó a la escuela.

Durante este tiempo, se nos ocurrió que quizás sería conveniente sacarle unas radiografías. Después de orar mucho, vimos que no obstante lo que pudiera mostrar una fotografía, sólo sería fotografiado el concepto humano, no la realidad del ser verdadero de la niña. Así es que descartamos esta opción. Continuamos siendo testigos del trabajo completo e ininterrumpido de Dios.

Aunque aparentemente pasaron varias semanas antes de que nuestra hija saltara de la barra y de la cuerda con entera facilidad, cada uno de nosotros progresó mucho al aprender a confiar en Dios para toda curación. Nos fue especialmente maravilloso ver la expresión radiante en el semblante de la niña al levantar un día ambos brazos sin sentir ninguna molestia. Nadie le dijo que lo hiciera — sencillamente fue parte natural de la curación.

En Ciencia y Salud la Sra. Eddy nos dice: “Si se trata de un niño pequeño o una criatura, es necesario atender el caso principalmente por medio del pensamiento de los padres, ya sea silenciosa o audiblemente, sobre la base antes mencionada de la Ciencia Cristiana” (pág. 412), y nos sentimos muy agradecidos por este sabio consejo. En nuestro estudio de las Escrituras y de las obras de la Sra. Eddy, ambos, mi esposo y yo, encontramos declaraciones específicas que fortificaron nuestra oración. A mí me ayudó la siguiente parte de una declaración que se encuentra en la página 304 de Ciencia y Salud: “Esta es la doctrina de la Ciencia Cristiana: que el Amor divino no puede ser privado de su manifestación u objeto...”; y a mi esposo, que estaba preocupado en ese momento por la falta de movimiento normal del brazo de la niña, recibió aliento de esta frase: “Todo lo que Dios imparte se mueve de acuerdo con Él, reflejando Su bondad y Su poder” (ibid., pág. 515).

Estas declaraciones fortalecieron tanto nuestra fe en la habilidad de Dios para curar que nos sentimos liberados para percibir el progreso espiritual que condujo a la curación total. Las bendiciones que hemos recibido mediante el deseo de conocer y demostrar más de la naturaleza del hombre a la manera del Cristo son incontables. El ser miembros de La Iglesia Madre, y de las iglesias filiales en los diferentes lugares donde hemos vivido, nos ha sido de un valor incalculable y nos ha ayudado a crecer espiritualmente. La instrucción en clase de Ciencia Cristiana nos ha enseñado a depender más en Dios cada día y menos en la materialidad. También estamos agradecidos por todas las oportunidades que se presentan para servir a esta gran Causa de la Ciencia Cristiana, y por haber sentido el gozo que aporta el compartir lo que vamos descubriendo acerca de Dios.


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